— Alondra Arriaga 09/03/2025
Fuerzas especiales rusas utilizaron un gasoducto para infiltrarse y atacar por la retaguardia a las tropas ucranianas en Kursk, mientras Francia anuncia un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania.
Fuerzas especiales rusas infiltraron un gasoducto en la región de Kursk para atacar por la retaguardia a las unidades ucranianas, según informaron blogueros de guerra pro-Kremlin y fuentes ucranianas. El bloguero Yuri Podolyaka afirmó que los operativos rusos caminaron aproximadamente 15 kilómetros dentro del gasoducto, que anteriormente se utilizaba para enviar gas a Europa, antes de lanzar un ataque sorpresa cerca de la ciudad de Sudzha.
Sudzha, una ciudad estratégica con importantes estaciones de transferencia de gas, fue capturada por Ucrania durante una audaz incursión en agosto, que marcó el mayor avance en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, meses después, las tropas ucranianas enfrentan una contraofensiva rusa implacable, con más de 50 mil efectivos, incluyendo algunos norcoreanos, según informes.
La ciudad de Sudzha se ha convertido en un punto crítico del conflicto. Según el bloguero bélico conocido como Dos Mayores, las fuerzas rusas lograron entrar en la ciudad a través del gasoducto, lo que ha llevado a intensos combates. Canales de Telegram rusos publicaron imágenes de lo que parecen ser operativos de fuerzas especiales moviéndose dentro del tubo, usando máscaras de gas.
El Estado Mayor ucraniano informó que las fuerzas especiales rusas están siendo "detectadas, bloqueadas y destruidas", con "pérdidas muy altas" en Sudzha. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus tropas han tomado la aldea de Lebedevka, a 12 kilómetros de Sudzha, y han infligido derrotas a múltiples unidades ucranianas.
Francia anuncia nuevo paquete de ayuda militar
Mientras los combates continúan, el ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, anunció un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania por 195 millones de euros (211 millones de dólares), financiado con las ganancias de activos rusos congelados. El paquete incluye proyectiles de artillería de 155 mm y bombas guiadas para los aviones Mirage 2000 entregados previamente a Ucrania.
La medida provocó una fuerte reacción de Rusia. Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal rusa, acusó a Francia de "robar" fondos y advirtió que "responderá por sus acciones".
En otro frente, drones ucranianos apuntaron a infraestructura petrolera en el sur y centro de Rusia durante la noche del sábado al domingo. Un dron impactó un depósito de petróleo en Cheboksary, a mil kilómetros de la frontera, mientras que otro ataque se reportó cerca de una refinería en Ryazan. Aunque no hubo heridos, los daños requieren trabajos de reconstrucción.
Ucrania no ha comentado sobre estos incidentes, pero los ataques reflejan una estrategia para debilitar la capacidad logística y económica de Rusia.
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