— Mario Alemán 08/03/2025
Yazmín y Mía, madre e hija socorristas en Monclova, han forjado un lazo inquebrantable salvando vidas. Su historia inspira y desafía estereotipos.
El legado del socorrismo en una familia unida
"Desde pequeña, vi la pasión de mi madre por ayudar"
Ser socorrista no es solo un trabajo, es una vocación que exige compromiso, valentía y entrega. Yazmín y su hija Mía han encontrado en esta profesión no solo un propósito de vida, sino un vínculo aún más fuerte entre ellas. En entrevista exclusiva, comparten su experiencia, los desafíos de ser mujeres en un campo predominantemente masculino y el impacto de su labor en la comunidad de Monclova.
“La pasión por ayudar a otras personas y ver el gusto y la satisfacción que mi mamá transmitía al hacerlo me inspiró. Ha sido una experiencia muy bonita porque te sientes bien y con mucha satisfacción”, relata Mía, quien desde pequeña observó el compromiso de su madre con el socorrismo.
Yazmín, por su parte, confiesa que ver a su hija seguir sus pasos le llena de orgullo: “Nos ha unido aún más y compartimos gustos, lo que fortalece nuestra relación”.
Un trabajo que deja huella
"Hicimos lo mejor por alguien más, y eso lo vale todo"
El socorrismo es una profesión de constante aprendizaje y retos. Mía comparte uno de los momentos más significativos de su carrera: “El hecho de saber que pudimos hacer un poquito más por alguien y que dimos lo mejor de nosotros es lo más gratificante”.
Situaciones extremas, estrés y presión son parte del día a día, pero la satisfacción de saber que hicieron todo lo posible por salvar una vida les da fuerzas para continuar.
Desafíos como mujeres en el socorrismo
"Nos intentan sobrepasar, pero mantenemos un perfil profesional"
A pesar de los avances en equidad de género, las mujeres en el ámbito del socorrismo aún enfrentan obstáculos. Yazmín y Mía han experimentado situaciones incómodas, pero han sabido manejarlo con profesionalismo.
“Nunca faltan los hombres intentando sobrepasarse, pero lamentablemente nos vamos acostumbrando poco a poco y siempre manteniendo un perfil profesional”, expresan ambas con firmeza.
Su historia es un testimonio de resiliencia y determinación, mostrando que las mujeres tienen un papel crucial en los servicios de emergencia y rescate.
Un mensaje para las futuras generaciones
"Hagan lo que les gusta y sigan su corazón"
Con una visión clara de su vocación, Yazmín y Mía envían un mensaje inspirador a todas aquellas mujeres que desean incursionar en el socorrismo o cualquier profesión de ayuda y rescate:
“Que hagan siempre lo que les gusta y sigan su corazón. Es algo muy bonito y, siempre y cuando te guste, lo harás con pasión”.
Esta historia demuestra que cuando la vocación y el amor por ayudar se transmiten de generación en generación, el impacto en la sociedad es aún mayor. Yazmín y Mía son un ejemplo de que el socorrismo no solo salva vidas, sino que también fortalece lazos familiares y deja una huella imborrable en la comunidad.

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