— Redacción El Tiempo 05/03/2025
Los monitores continuos de glucosa en sangre han sido promocionados como herramientas revolucionarias para las personas con diabetes, ya que permiten conocer en tiempo real los niveles de azúcar en la sangre sin necesidad de realizarse pinchazos constantes en los dedos.
Sin embargo, un nuevo estudio de pequeña escala sugiere que estos dispositivos podrían no ser tan precisos como se pensaba, y podrían llevar a algunas personas a tomar decisiones equivocadas sobre su dieta.
El estudio, publicado en la American Journal of Clinical Nutrition, revela que los monitores continuos de glucosa tienden a sobrestimar los niveles de azúcar en la sangre en adultos saludables. Los dispositivos reportaron niveles de azúcar elevados entre dos y cuatro veces más que las pruebas tradicionales de punción en el dedo, que son consideradas el estándar de oro para medir la glucosa en sangre.
Javier González, investigador principal del estudio y profesor de salud en la Universidad de Bath, Reino Unido, comentó que, aunque los MCG son herramientas valiosas para las personas con diabetes, su precisión limitada podría ser engañosa para aquellos con un buen control de la glucosa. A los individuos saludables les podría llevar a hacer elecciones dietéticas incorrectas o a adoptar restricciones alimentarias innecesarias. Según González, para obtener una medición precisa de los niveles de azúcar en la sangre, los métodos tradicionales siguen siendo la mejor opción.
Originalmente, los monitores continuos de glucosa fueron diseñados para ayudar a los diabéticos a controlar sus niveles de azúcar. Sin embargo, personas preocupadas por su salud están comenzando a usar estos dispositivos para monitorear cómo diferentes alimentos afectan sus niveles de glucosa.
El estudio rastreó los niveles de azúcar en sangre de 15 voluntarios saludables después de consumir varios productos a base de frutas, desde frutas enteras hasta batidos. Los MCG sobreestimaron en un 30% el índice glucémico de un batido de frutas, reportando un IG promedio de 69 en comparación con 53, el valor obtenido con la prueba de punción en el dedo.
Las frutas enteras también fueron clasificadas erróneamente como alimentos con un IG medio o alto por los MCG, mientras que las pruebas de punción en el dedo indicaron que tenían un IG bajo. Esto podría llevar a algunas personas a evitar las frutas enteras, pensando que estas elevan el azúcar en la sangre más de lo que realmente lo hacen.
En general, los monitores continuos de glucosa sobreestimaron en casi un 400% el tiempo que las personas pasaban por encima de los niveles saludables de azúcar en sangre. Incluso al ajustar otros factores, los dispositivos continuaron sobreestimando el tiempo fuera de los rangos saludables.
González concluyó que la imprecisión de los MCG podría deberse a que miden la glucosa en el líquido intersticial que rodea las células, no directamente en la sangre, lo que puede generar discrepancias debido a factores como retrasos en el tiempo, el flujo sanguíneo y la forma en que la glucosa se distribuye por el cuerpo.
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