— Daniela Cordova 05/03/2025
Su hija implora que la apoyen para que, ya no intente matarlas a su hermana, abuela y ella.
Teresa Rosas Patoja se ha convertido en un peligro para sus vecinos de Praderas Nuevas, su problema de adicciones la ha llevado a atentar contra la vida de sus vecinos empuñando un cuchillo o vidrios, aunado a las amenazas de muerte donde también incluye a sus hijas, por ello su hija Valeria Guadalupe, aclama ayuda de su madre para que, sea internada en un centro o alguna clínica que, la aleje de ella, su hermana de hermana de 13 años y su abuelita.
Un grupo de vecinas donde se incluye a Ariana Carrizales, Melina Silva y Lucía Mendoza acompañaron a Valeria quien acudió a la Pronnif a levantar la queja luego de que, su madre intentara apuñalar a su hija menor, al igual que, a la hija de 8 años de Ariana.
Testimonios
“Ya estuvo en el CESAME y el centro de rehabilitación la Iglesia del Pueblo, sigue igual y ya tenemos mucho miedo de que, nos mate, le hablamos a la policía cuando se pone violenta, pero la dejan salir rápido, queremos que ya la encierren porque tenemos mucho temor, ya intento quemar la casa” expresó con inquietud su hija Valeria Guadalupe.
El grupo manifestó como a cada una las ha amenazado e inclusive ha ingresado a su casa a robarles, “se metió a mi casa a amenazarme con un cuchillo y quitarme el celular de mi niño, también se llevó comida y decía que nos iba a matar si hacíamos algo, mis niños no dejaban de llorar” compartió Melina Silva.
“A mi niña de 8 años le quiso enterrar un cuchillo, pero corrió, tengo 4 hijos y todos tienen miedo, no quieren que me vaya a trabajar dicen que va regresar y hace poco hizo una bola de aluminio le prendió lumbre y la aventó a mi tanque de gas, pero alcanzamos con quitarla a tiempo” narró Ariana Carrizales.
“Pasa por mi casa y me dice que si no le doy lo que quiere me va dejar muerta, soy de la tercera edad y ya no puedo ni dormir por el miedo” expresó Lucía Mendoza.
Llamado
Todas aseguraron que, la justicia de inmediato pone en libertad a Teresa y aclaman desesperadamente que, sea detenida y no le permitan regresar más a su hogar, cada una vive con miedo. Valeria solicita a las autoridades municipales o estatales expertas en el tema que, la escuchen y las ayuden a prevenir que, ocurra una tragedia. Su domicilio está ubicado en la calle del mirador con el número 1429.
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