— Yesenia Colunga 04/03/2025
Un valiente niño originario de Sabinas, Coahuila, luchó incansablemente contra una grave enfermedad mientras mantenía vivo su sueño de ser policía. Su historia de coraje y esperanza deja una huella imborrable en todos quienes lo conocieron.
Con tan solo 7 años, Mateo Villanueva, un pequeño guerrero lleno de valentía, alegría y amor, nos dejó el 22 de febrero en Saltillo, al perder la batalla contra un tumor cerebral e hidrocefalia tras una operación el niño mateo no evolucionó bien y a los dos días de su operación falleció. Mateo era originario de Sabinas, Coahuila, y a pesar de su corta edad, demostró una fortaleza y un espíritu inquebrantables que dejaron huella en todos los que lo conocieron.
En la existencia de Mateo Villanueva Alfaro, un niño lleno de sueños y esperanza vivirá por siempre una historia de amor, coraje y solidaridad. Su paso por la vida fue corto, pero dejó una huella profunda en quienes lo conocieron. Hijo de Jesús Alejandro Villanueva Avilés y Marina Alfaro González, Mateo será recordado por su ternura, su valentía y su amor incondicional.
Con una sencillez que desbordaba ternura, Mateo tenía un sueño claro: ser policía. Desde temprana edad, se sentía atraído por el mundo de los uniformes, por los héroes de la calle que luchan por la justicia. No solo soñaba con vestir el uniforme, sino que, en su vida diaria, hacía de cada encuentro con un oficial de policía una oportunidad para compartir un saludo lleno de admiración. La imagen de Mateo, con sus ojos brillantes y su actitud respetuosa, fue siempre un recordatorio de su amor por aquellos que velan por la seguridad de todos.
Desde que comenzó su lucha contra la enfermedad, Mateo fue acompañado incansablemente por su madre, quien con un pequeño botecito en mano recorrió las calles recaudando fondos para poder costear los gastos médicos que su hijo tanto necesitaba. A esta noble causa se sumaron familiares, amigos y, sobre todo, elementos de seguridad pública de Coahuila, quienes se conmovieron profundamente al conocer la historia de Mateo. La comunidad se unió para brindarle apoyo a este pequeño soñador que, a pesar de su dolor, nunca dejó de soñar con ser policía algún día.
Mateo estuvo internado por más de cuatro semanas en el Hospital Materno Infantil de Saltillo, donde fue sometido a diversos análisis, cirugías y transfusiones de sangre en un intento por mejorar su estado de salud. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos médicos y el amor incondicional de su familia, el pequeño Mateo falleció en los últimos días de febrero.
En el transcurso de su lucha, la familia de Mateo se vio rodeada por una red de solidaridad que trascendió lo esperado. Las palabras de consuelo, las oraciones y los gestos de cariño se convirtieron en el bálsamo que alivió un dolor imposible de describir. En cada rincón de su comunidad, recordaban a Mateo, un niño que siempre tendrá un lugar especial en la memoria de todos.
A pesar de su partida, Mateo dejó una enseñanza invaluable: la de luchar con todas nuestras fuerzas, sin rendirse jamás, por más difícil que parezca la batalla. Su alegría y su amor por la vida, incluso en los momentos más oscuros, permanecerán en la memoria de todos los que lo conocieron.
El pequeño Mateo Villanueva Alfaro ya no está físicamente con nosotros, pero su memoria, sus sueños y la huella de su valentía permanecen. Descanse en paz, Mateo, el pequeño que soñaba con ser policía, pero que ya ha dejado una huella imborrable en todos nosotros.
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