— Edith Gámez 04/03/2025
Los aranceles del 25% a autos y productos mexicanos podrían aumentar precios en EE.UU., afectando el poder adquisitivo de los consumidores y sectores clave.
La imposición de aranceles del 25% a los automóviles importados desde México podría elevar los precios de estos vehículos entre 3,000 y 12,000 dólares, según estimaciones de fabricantes como General Motors, Ford y Stellantis. Este incremento refleja el encarecimiento de los insumos y los costos de producción, lo que impactaría directamente a los consumidores estadounidenses y no solo en autos, sino en otros productos como aguacates y cerveza.
Un estudio del Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale indica que estos aranceles podrían reducir el poder adquisitivo de los hogares en aproximadamente 1,200 dólares anuales, afectando especialmente a familias de ingresos medios y bajos.
Impacto en la cerveza mexicana
La cerveza de origen mexicano, liderada por marcas como Modelo, también se vería afectada. Según un análisis de Wells Fargo, el precio de la cerveza mexicana podría aumentar un 4.5%, lo que impactaría no solo a los consumidores, sino también a la industria del alcohol en EE.UU., que podría enfrentar represalias en sus exportaciones de bourbon y vino.
Modelo, que recientemente se convirtió en la cerveza más vendida en EE.UU., es un producto altamente demandado, y su encarecimiento podría generar un efecto dominó en el mercado de bebidas alcohólicas.
Aguacates y el sector alimenticio
Uno de los sectores más afectados sería el alimenticio. Estados Unidos obtiene más del 80% de sus aguacates desde México, lo que anticipa un encarecimiento de productos como el guacamole, especialmente demandado durante eventos como el Super Bowl.
Según el New York Post, el aumento en los precios de los aguacates podría afectar no solo a los consumidores, sino también a restaurantes y cadenas de comida rápida que dependen de este insumo para sus platillos.
Consecuencias económicas y comerciales
Los aranceles no solo impactan a los consumidores, sino también a las empresas que dependen de productos mexicanos para su producción. Aunque algunas compañías podrían absorber parte de estos costos, es probable que una porción significativa se traslade a los precios finales.
Además, estas medidas podrían generar tensiones comerciales entre México y EE.UU., afectando las relaciones económicas bilaterales y la estabilidad de sectores clave como el automotriz y el alimenticio.
La imposición de aranceles es parte de una estrategia comercial que busca proteger la industria local en EE.UU., pero sus efectos podrían ser contraproducentes. Expertos económicos señalan que estas medidas podrían desencadenar una guerra comercial, perjudicando a ambos países y afectando a millones de consumidores y trabajadores.
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