— Alondra Arriaga 04/03/2025
El papa Francisco amaneció estable tras su última recaída respiratoria, aunque su cuadro clínico sigue siendo "complejo" y su pronóstico, "reservado".
El papa Francisco, de 88 años, se encuentra estable este martes tras sufrir una nueva recaída respiratoria el lunes, según informaron fuentes vaticanas. El pontífice, hospitalizado desde el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis que derivó en neumonía, cambió su mascarilla de oxígeno por una cánula nasal de alto flujo. Su pronóstico sigue siendo "reservado" y no está "fuera de peligro".
Este martes, el papa Francisco amaneció estable tras una noche de sueño continuo, según informaron fuentes oficiales del Vaticano. El pontífice pudo cambiar la mascarilla que le administraba oxígeno por una cánula nasal de alto flujo, más ligera y cómoda. Sin embargo, su cuadro clínico sigue siendo "complejo" y su pronóstico, "reservado".
La última recaída del líder espiritual de 1.400 millones de católicos ocurrió el lunes, cuando sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda. Según el parte médico del Vaticano, la crisis fue provocada por una "importante acumulación" de mocos en los bronquios, que los médicos aspiraron mediante dos broncoscopias. Además, el papa experimentó un broncoespasmo, que dificultó su respiración.
Pronóstico reservado y desafíos médicos
Expertos en neumología han señalado que la situación del papa es preocupante debido a su edad y al tiempo prolongado de hospitalización. Bruno Crestani, jefe de neumología del hospital Bichat de París, afirmó que "estar 15 días en el hospital y tener episodios repetidos de molestias respiratorias es muy mala señal". Por su parte, Hervé Pegliasco, del hospital europeo de Marsella, explicó que el esfuerzo adicional para respirar provoca un "fenómeno de agotamiento" en pacientes de su edad.
El papa Francisco fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis que derivó en una doble neumonía. Desde entonces, su estado ha presentado altibajos, incluyendo una transfusión de sangre el 22 de febrero y varios episodios de dificultad respiratoria.
El Vaticano ha indicado que el pontífice descansará este martes mientras continúa su tratamiento. Aunque su estado es estable, las fuentes vaticanas insisten en que no está "fuera de peligro". Los médicos seguirán monitoreando su evolución en las próximas horas.
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