— Redacción El Tiempo 03/03/2025
La deficiencia de hierro es una de las carencias nutricionales más prevalentes en todo el mundo, afectando a millones de personas que a menudo no se dan cuenta de los síntomas. Este mineral es esencial para la producción de hemoglobina, la proteína responsable de transportar oxígeno por el cuerpo.
Cuando hay una carencia de hierro, se pueden presentar diversos problemas de salud, que van desde una fatiga inexplicable hasta complicaciones más graves. A continuación, te explicamos cómo identificar los signos de esta deficiencia y cómo prevenirla.
Uno de los síntomas más comunes de la deficiencia de hierro es una fatiga extrema que no mejora con el descanso. Esto ocurre porque el cuerpo no puede producir suficiente hemoglobina para transportar oxígeno de manera eficiente a los órganos y músculos, lo que causa un agotamiento constante.
Además de la fatiga, quienes tienen deficiencia de hierro pueden sufrir dolores de cabeza, mareos y vértigo debido a la disminución de oxígeno en el cerebro, lo que afecta su funcionamiento.
El cansancio también puede ir acompañado de dificultad para respirar o dolor en el pecho, ya que, al no contar con suficiente hierro, el corazón trabaja más para distribuir oxígeno por el cuerpo, lo que puede causar taquicardia o sensación de falta de aire, especialmente durante el ejercicio físico.
Otro síntoma frecuente es la sensación de frío en manos y pies, debido a una distribución inadecuada del oxígeno hacia las extremidades.
Causas más comunes de la deficiencia de hierro
Las causas de la deficiencia de hierro son diversas. La pérdida excesiva de sangre, como la que ocurre durante menstruaciones abundantes, cirugías o donaciones frecuentes, es una de las principales razones. Además, algunas afecciones de salud, como enfermedades gastrointestinales (celiaquía o enfermedad de Crohn), pueden dificultar la absorción de hierro en el intestino.
Una dieta pobre en alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, vegetales de hojas verdes y legumbres, también es una causa común. Esto es especialmente relevante en personas que siguen dietas vegetarianas o veganas, ya que carecen de fuentes naturales de hierro de fácil absorción, como la carne.
Finalmente, ciertos grupos, como mujeres en edad fértil, embarazadas, niños en crecimiento y adolescentes, tienen una mayor necesidad de hierro debido a las demandas de su organismo. Por ejemplo, durante el embarazo, el cuerpo necesita hierro adicional para el desarrollo del feto.
¿Quiénes están más expuestos a la deficiencia de hierro?
Existen varios factores que incrementan el riesgo de sufrir deficiencia de hierro. Las mujeres en edad fértil son especialmente vulnerables debido a la pérdida mensual de sangre durante la menstruación. Además, quienes siguen dietas vegetarianas o veganas deben ser particularmente cuidadosos, asegurándose de consumir fuentes vegetales de hierro y combinarlas con vitamina C para mejorar la absorción.
Las personas con enfermedades crónicas, como insuficiencia renal o problemas digestivos, también tienen mayor riesgo, ya que estas condiciones pueden interferir con la absorción de hierro o aumentar su pérdida.
¿Cómo prevenir y tratar la deficiencia de hierro?
Si sospechas que tienes deficiencia de hierro, lo más recomendable es consultar a un profesional de salud. Un análisis de sangre puede determinar tus niveles, y si es necesario, un plan de tratamiento adecuado.
Para prevenir esta deficiencia, es clave incorporar alimentos ricos en hierro en la dieta, como carnes rojas, pescado, legumbres, vegetales de hojas verdes como la espinaca y frutos secos. También se recomienda consumir alimentos ricos en vitamina C, como cítricos y fresas, con las comidas que contienen hierro, ya que la vitamina C facilita su absorción.
Además, cocinar en sartenes de hierro fundido puede incrementar la cantidad de hierro en los alimentos. En algunos casos, puede ser necesario un suplemento de hierro, pero siempre debe ser recetado por un médico, ya que el exceso de hierro también puede ser perjudicial.
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