— Sarah Zamora 03/03/2025
El melasma, conocido comúnmente como "paño", es una condición de la piel que afecta a millones. Descubre sus causas, tratamientos y cómo prevenirlo.
El melasma, conocido coloquialmente como "paño", es una condición dermatológica que se manifiesta como manchas oscuras en la piel, principalmente en el rostro. Aunque no representa un riesgo para la salud, puede causar angustia emocional debido a su impacto estético. Según Medical News Today, esta afección afecta entre el 1.5% y el 33% de la población, dependiendo de factores como la genética y el tono de piel.
¿Qué es el melasma?
El melasma es un trastorno de pigmentación que ocurre cuando los melanocitos, las células responsables del color de la piel, se vuelven hiperactivos. Esto provoca la aparición de manchas oscuras en áreas como la frente, mejillas, puente de la nariz, labio superior y barbilla. En algunos casos, también puede afectar el cuello, hombros y antebrazos.
Aunque no es doloroso, su tratamiento puede ser complejo debido a la desinformación sobre sus causas. La doctora Shadi Kourosh, de Harvard Health Publishing, señala que el melasma puede ser difícil de tratar y que su aparición está influenciada por múltiples factores.
¿Quiénes son más propensos a desarrollarlo?
Las mujeres entre 20 y 40 años son las más afectadas, especialmente aquellas con tonos de piel medios u oscuros. Además, tener antecedentes familiares de melasma aumenta el riesgo. Sin embargo, la edad y la genética no son los únicos factores.
Causas del melasma
- Exposición solar: La luz ultravioleta (UV) estimula la producción de melanina, lo que puede empeorar o desencadenar el melasma. Incluso el calor y la luz visible pueden influir, según la doctora Kourosh.
- Cambios hormonales: El embarazo, las píldoras anticonceptivas y la terapia de reemplazo hormonal están asociados con la aparición de melasma.
- Estrés: El cortisol, la hormona del estrés, puede activar los melanocitos y provocar hiperpigmentación.
- Enfermedades de la tiroides: Los desequilibrios en esta glándula también pueden aumentar el riesgo.
Tratamientos y prevención
El tratamiento del melasma debe ser supervisado por un dermatólogo, quien evaluará la gravedad del caso y recomendará opciones como cremas despigmentantes, peelings químicos o láser. Además, se recomienda:
- Usar protector solar diariamente, incluso en días nublados.
- Evitar la exposición prolongada al sol.
- Mantener una rutina de hidratación adecuada.
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