— Redacción El Tiempo 02/03/2025
Los televisores del mundo se apagaron. La gente en sus casas finalmente sabía quién ganó. Enviaba mensajes, tuiteaba, escribía: "¡Anora!" Pero en el Dolby Theatre, donde la ceremonia del Oscar 2025 había terminado microsegundos antes —se dice que hay un delay en la transmisión para evitar contratiempos—, la energía seguía desbordada.
No eran pocos los que se abrazaban, celebraban; no parecía haber alguien disgustado por la película ganadora. Por fin se disiparon las dudas y se relajaron.
Durante horas, el lugar fue una máquina infalible, casi perfecta: discursos cronometrados, emociones contenidas, champaña, abrazos y nervios, muchos nervios. Acabada la transmisión, los ganadores eran vistos entre abrazos incrédulos, algunos aferrados a sus estatuillas. Adrien Brody, por ejemplo, actor triunfador de la noche, levantaba su Oscar; lo medía con la mirada.
Mikey Madison, la mejor actriz, sonreía ampliamente, asimilando una noche que, reconoció, no creía posible, y Zoe Saldaña, aún conmovida, se desmoronaba sobre los hombros de su esposo.
En las butacas, algunos todavía no se movían, como si necesitaran unos segundos más para procesar lo ocurrido. Otros ya buscaban a los suyos, aplaudían con la libertad del desahogo.
El lobby de las estrellas siguió sus propias reglas. El Dolby Theatre tiene pisos. Unos cinco. Pero sólo uno guarda los momentos íntimos de las estrellas.
El nivel más bajo, prohibido para los invitados en general es el refugio discreto de las figuras, donde las emociones pueden soltarse.
EL UNIVERSAL estuvo ahí.
Tres pantallas proyectaron la gala en ese espacio, que sirvió para que los famosos se liberaran.
No hubo cámaras ni entrevistas. Adrien Brody fue el gran ganador, no sólo como actor, sino de ese lugar, pues fue quien permaneció más rato conversando con sus compañeros. Emma Stone lo interceptó y lo abrazó con fuerza.
Antes, Karla Sofía Gascón, se reía y, nerviosa, recibió palabras de apoyo del histrión en el oído y un "te ves hermosa", de boca de la esposa de éste.
Zoe Saldaña fue la más emocionada; recibió felicitaciones de todos los que la miraban.
El champán y las margaritas corrieron sin pausa. El aire, que olía a perfume caro, contrastaba también con el aroma de la alfombra vieja, que ha visto demasiadas noches como esta en el Dolby.
El lobby fue otro planeta. Los que regresaron a la sala lo hacían sin prisa, sin necesidad.
Willem Dafoe, que vio con detenimiento el anuncio de Mick Jagger en la pantalla a Mejor canción, aún parecía sorprendido.
Margaret Qualley revisaba su teléfono sin parar, desviando las miradas de todos.
Las mismas que quedaron atónitas con Scarlett Johansson, Ana de Armas y Gal Gadot.
Aunque las dos primeras parecían más reservadas, la tercera flotaba sobre la multitud.
Los meseros se deslizaron casi ocultos entre los invitados. Hubo bocadillos y un rincón para cargar celulares. Una fiesta.
El aplauso general, eso sí, llegó en dos ocasiones especiales: cuando el equipo de Anora salió con estatuilla en mano y al salir el cuerpo de bomberos, que recibió quizá la ovación más genuina.
*40 millones de dólares recaudó en taquilla "Anora". Costó 6 mdd.
*Ganadores:
-"Ainda estou aquí" (Aún estoy aquí) / Mejor película internacional
-"Flow" / Mejor película animada
-"I'm not a robot" (No soy un robot) / Mejor cortometraje
-"Anora" / Mejor película
-Peter Straughan, (Cónclave) / Mejor guion adaptado.
-Kieran Culkin / "A real pain" (Un dolor real) / Mejor actor de reparto
-"Wicked" / Diseño de producción y Diseño de vestuario
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