— Redacción El Tiempo 02/03/2025
El helado se elabora a partir de una mezcla pasteurizada que puede incluir leche o derivados lácteos, azúcares como sacarosa, glucosa o fructosa, grasas de origen lácteo, vegetal o crema, y jugos o purés de frutas en los sabores frutales. Además, se suelen agregar aditivos como emulsificantes, espesantes y saborizantes, así como edulcorantes no calóricos en las versiones sin azúcar.
La Profeco también clasificó los helados según su contenido de grasa y proteína. Los helados de crema de leche deben tener un mínimo de 7% de grasa láctea y 2.5% de proteína láctea, mientras que los helados con grasa vegetal deben contener al menos 2% de grasa vegetal. En tanto, los helados de leche necesitan como mínimo 2% de grasa láctea y 1.5% de proteína láctea.
El estudio de la Profeco no solo evaluó el contenido de azúcar, sino también factores como la cantidad de grasa y proteína, lo que refleja la calidad nutricional de los productos. También se analizaron las calorías por porción, información crucial para los consumidores que cuidan su ingesta calórica. Además, se revisó la calidad sanitaria para asegurar que los helados estén libres de microorganismos dañinos y se detectaron algunas inconsistencias en las etiquetas de ciertas marcas, como envases con menos contenido del declarado.
Si deseas disfrutar de un helado sin afectar tu salud, la opción más recomendada en el mercado mexicano es Holanda Cremissimo sin azúcar. Esta alternativa no solo destaca por su bajo contenido de azúcar, sino que también cumple con los estándares de calidad nutricional y sanitaria.
Recuerda siempre leer las etiquetas y optar por productos que indiquen "sin azúcar añadida" o que utilicen edulcorantes naturales, para disfrutar de este delicioso postre sin culpa.
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