— Sandra Guerra 25/02/2025
Las hemorroides son una afección común y generalmente tratable.
Las hemorroides son venas inflamadas en la parte baja del recto o el ano, muy comunes en adultos. Este problema, aunque incómodo y a menudo embarazoso, suele ser tratable con medidas simples.
Las hemorroides pueden surgir por diversas razones, y entre las más comunes se encuentran:
1. Estreñimiento crónico: El esfuerzo excesivo al defecar aumenta la presión sobre las venas del recto y el ano.
2. Embarazo: La presión adicional del útero sobre las venas puede provocar hemorroides.
3. Diarrea crónica: Al igual que el estreñimiento, la diarrea puede irritar las venas anales debido a la evacuación frecuente.
4. Sentarse por períodos prolongados: Estar sentado mucho tiempo, especialmente en el inodoro, aumenta la presión en las venas anales.
5. Obesidad: El exceso de peso ejerce presión sobre las venas del recto.
6. Levantamiento de objetos pesados: El esfuerzo repetido al levantar objetos pesados también puede contribuir a la aparición de hemorroides.
Síntomas de las Hemorroides
Los síntomas varían según la gravedad de las hemorroides, pero los más comunes incluyen:
Sangrado: Se puede observar sangre en el papel higiénico o en las heces. Generalmente, la sangre es de color rojo brillante.
Dolor o picazón: La inflamación de las venas puede causar molestias, especialmente al sentarse o al evacuar.
Hinchazón: Se pueden sentir bultos alrededor del ano, que son las hemorroides inflamadas.
Sensación de incomodidad: En algunos casos, las hemorroides pueden causar una sensación de plenitud o presión en el recto.
Tratamiento para las Hemorroides
El tratamiento depende de la severidad del caso. Afortunadamente, la mayoría de las personas con hemorroides pueden mejorar con medidas simples y tratamiento en casa.
Cambios en la dieta: Comer más fibra (frutas, verduras, granos enteros) puede aliviar el estreñimiento y reducir la presión sobre las venas anales. Beber suficiente agua también ayuda.
Baños de asiento: Sumergir la zona anal en agua tibia durante 10-15 minutos puede aliviar la irritación y reducir la inflamación.
Pomadas y cremas: Existen productos de venta libre que ayudan a reducir la inflamación y aliviar el dolor, como las cremas con hidrocortisona.
Uso de analgésicos orales: En casos de dolor, los analgésicos de venta libre (como el paracetamol o el ibuprofeno) pueden ser útiles.
Evitar el esfuerzo excesivo: Evitar sentarse por largos períodos y hacer esfuerzo durante la defecación puede aliviar los síntomas.
Tratamientos Médicos
Cuando los tratamientos caseros no son suficientes, se puede requerir atención médica:
Escleroterapia: Involucra la inyección de una solución en las hemorroides para reducir su tamaño.
Ligadura con banda elástica: Consiste en colocar una pequeña banda alrededor de la base de la hemorroide para cortarle el flujo sanguíneo y que se caiga con el tiempo.
Cirugía: En casos graves, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para extirpar las hemorroides.
Prevención
Aunque no siempre se pueden prevenir, algunos hábitos pueden reducir el riesgo de hemorroides, como:
Mantener una dieta rica en fibra.
Evitar el estreñimiento o la diarrea crónica.
Evitar permanecer sentado por períodos largos.
Realizar ejercicio regularmente.
Si experimentas síntomas persistentes o severos de hemorroides, es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y discutir opciones de tratamiento.
Las hemorroides son una afección común y generalmente tratable. Con cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, tratamientos médicos, es posible aliviar los síntomas y prevenir su recurrencia.
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