— Redacción El Tiempo 23/02/2025
Un nuevo estudio ha encontrado que el uso de cloro en el agua podría estar relacionado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, lo que sugiere que los riesgos podrían ser mayores de lo que se pensaba.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia revisaron estudios previos sobre el cloro y el cáncer, y descubrieron que las personas expuestas a niveles más altos de subproductos del cloro tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de vejiga y colorrectal, en comparación con aquellos expuestos a niveles más bajos. Este riesgo fue evidente incluso en niveles por debajo de los límites de seguridad establecidos en EE. UU. y Europa, lo que indica que las regulaciones actuales podrían no ser suficientes para proteger a la población.
El cloro se ha utilizado de manera rutinaria para desinfectar el agua potable desde principios del siglo XX y ha sido fundamental en la lucha contra enfermedades como la fiebre tifoidea y el cólera. Sin embargo, el cloro y otros desinfectantes generan subproductos al reaccionar con compuestos orgánicos presentes en el agua cruda, como los trihalometanos (THM), que en estudios previos en roedores se ha demostrado que pueden causar cáncer. No obstante, los estudios realizados en humanos no habían sido concluyentes hasta ahora.
Para actualizar la investigación, los científicos del Instituto Karolinska analizaron datos de 29 estudios, el más reciente realizado el año pasado. Aunque la mayoría de los estudios se centraron en los cánceres de vejiga y colorrectal, se evaluaron 14 tipos de cáncer en total. Los resultados revelaron que los niveles más altos de THM aumentaban en un 33% el riesgo de cáncer de vejiga y en un 15% el de cáncer colorrectal. Lo preocupante es que este riesgo ya se detectó en niveles de THM a partir de 41 partes por mil millones, por debajo del límite regulatorio de 80 partes en EE. UU. y 100 partes en la UE.
El estudio, publicado en enero en Environmental Health Perspectives, concluyó que hay evidencia limitada que sugiere que la exposición a los THM en el agua potable podría aumentar el riesgo de cáncer de vejiga y colorrectal. Sin embargo, los investigadores reconocen que no hay suficientes datos para probar un vínculo de causa y efecto directo entre el uso del cloro y el cáncer. Además, existen otras tecnologías, como el tratamiento con luz ultravioleta, que podrían reducir los niveles de THM al eliminar la materia orgánica del agua antes del tratamiento con cloro.
Emilie Helte, quien lideró la investigación, destacó la necesidad de realizar más estudios de alta calidad para comprender mejor este posible vínculo.
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