— Redacción El Tiempo 12/02/2025
Para muchos, el café matutino se ha convertido en una tradición esencial para empezar el día, incluso llegando a consumirse más de una taza. Sin embargo, ¿te has fijado en que a veces deja un sabor extraño en la boca con el paso del tiempo? Aquí te explicamos por qué el café puede provocar mal aliento.
El café es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Su aroma, sabor y efectos estimulantes son algunas de las principales razones de su éxito. Esto se debe a la cafeína, que estimula el sistema nervioso central y nos hace sentir más alertas.
Además de su efecto energizante, el café es rico en antioxidantes y podría ayudar a prevenir ciertas enfermedades, según expertos de Mayo Clinic. Entre estas se encuentran la diabetes tipo 2, enfermedades hepáticas, Parkinson y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, no todo es positivo, ya que el café es uno de los causantes del mal aliento.
¿Por qué el café provoca mal aliento?
El mal aliento, o halitosis, es una condición común que puede afectar a cualquier persona. Aunque se suele asociar con una mala higiene bucal, esta no es la única causa. El mal aliento proviene de la acumulación de bacterias en la boca que producen compuestos volátiles de azufre, los cuales generan un olor desagradable.
Aunque una higiene inadecuada permite que las bacterias proliferen, el mal aliento también puede estar relacionado con problemas digestivos, boca seca (que impide que la saliva elimine bacterias) y alimentos de fuerte olor, como el ajo, la cebolla y ciertas especias.
¿El café causa mal aliento?
A pesar de que el café tiene un sabor agradable al beberlo, puede contribuir al mal aliento debido a varios factores. Primero, su efecto deshidratante, que reduce la producción de saliva, facilita la acumulación de bacterias. La saliva es esencial para mantener el equilibrio bacteriano y eliminar los restos de comida; su escasez permite que las bacterias se acumulen.
Además, el café tiene un pH ácido, lo que altera el equilibrio de la microbiota oral y favorece el crecimiento de bacterias causantes del mal olor. Esta acidez también puede provocar reflujo gastroesofágico en algunas personas, lo que hace que los ácidos del estómago lleguen hasta la boca y generen un mal aliento persistente.
Por último, después de consumir café, quedan residuos en la lengua y dientes que pueden atraer bacterias, contribuyendo a la aparición de olores desagradables en la boca.
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