— Redacción El Tiempo 11/02/2025
Una encuesta realizada a cientos de supervivientes de cáncer de mama revela que el temor a la recurrencia del tumor puede afectar profundamente las emociones de las mujeres.
"El cáncer está por todas partes. Todo puede ser un desencadenante", comentó una de las participantes. "Aniversarios, diagnósticos de amigos y familiares, comerciales de medicamentos, redes sociales, etc. Es un pensamiento o emoción diaria".
Las 347 mujeres encuestadas estaban "libres de enfermedad" y tratando de reconstruir sus vidas después del tratamiento, según indicó Shelley Johns, autora principal del estudio. Ella señaló que las historias compartidas por las participantes ofrecen "una visión clara de cómo las sobrevivientes del cáncer de mama se ven afectadas por el miedo a la recurrencia y cómo lidian con este temor comprensible".
Johns, investigadora clínica del Instituto Regenstrief de la Universidad de Indiana, y su equipo publicaron los resultados en la revista Supportive Care in Cancer.
Las mujeres respondieron con diversas emociones al enfrentar la posibilidad de que su cáncer regresara. Algunas experimentaron un impacto leve en sus vidas, mientras que otras se sintieron más gravemente afectadas.
En los casos más leves, las preocupaciones sobre la recurrencia eran esporádicas, mientras que en los más graves, estos temores eran constantes y se activaban fácilmente. Muchas enfrentaban problemas de sueño, irritabilidad, tristeza y estrés. Algunas se sentían avergonzadas por centrarse demasiado en la posibilidad de un regreso del cáncer.
Una mujer comentó que a veces "me sentaba durante horas sin hacer nada, sin encender la televisión, sin dormir, las horas pasaban y yo seguía en el mismo lugar solo pensando, no participaba en actividades, me perdía conduciendo, compraba compulsivamente en línea, acumulaba cosas".
Los desencadenantes físicos también eran frecuentes. "Cada vez que siento algún dolor o molestia en el área donde tuve cáncer, me preocupa y me siento ansiosa e irritable", relató otra mujer.
Sin embargo, muchas participantes mencionaron que habían desarrollado estrategias para lidiar con sus temores. Algunas se enfocaron en mantener una actitud positiva, comer saludablemente, tomar medicamentos, hacer ejercicio y descansar lo suficiente. La oración y la meditación ayudaron a otras, y algunas preferían desconectarse de ciertos medios de comunicación. Otra sobreviviente encontraba apoyo hablando con familiares que tenían más experiencia lidiando con el cáncer.
Para algunas, el miedo a la recurrencia del cáncer también las motivó a mantener hábitos saludables. "Me motiva a llevar una vida sana", comentó una mujer. "Como cinco porciones de frutas y verduras, hago ejercicio y bebo menos alcohol. También me impulsa a cuidar tanto mi salud mental como física".
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