— Redacción El Tiempo 10/02/2025
La pregunta sobre el origen de los japoneses ha cautivado a historiadores y genetistas durante años. Recientemente, un análisis genético realizado a un esqueleto de la era Yayoi, descubierto en el yacimiento arqueológico de Doigahama, ha proporcionado información crucial sobre la composición genética de la población japonesa moderna.
El estudio, realizado por expertos de la Universidad de Tokio y la Universidad de Toho, confirmó que los japoneses actuales descienden de la fusión de dos grupos principales: los Jomon, quienes habitaron Japón desde el Paleolítico, y los toraijin, inmigrantes provenientes de la península coreana que llegaron hace unos 2.300 años.
Los resultados, publicados en la revista Journal of Human Genetics, apoyan el modelo de doble estructura propuesto por el antropólogo Kazuro Hanihara, según el cual la población japonesa se formó por la mezcla de los Jomon y los Yayoi.
¿Quiénes fueron los Yayoi y qué importancia tuvieron en la historia de Japón?
El individuo analizado pertenecía a la cultura Yayoi, una civilización que vivió en Japón entre el 900 a.C. y el 300 d.C. La llegada de los Yayoi significó un cambio radical en Japón: introdujeron la agricultura del arroz, el trabajo en metal y nuevos modelos sociales que sentaron las bases de la sociedad japonesa moderna.
El yacimiento de Doigahama, en la prefectura de Yamaguchi, es uno de los más importantes de esta época y ha proporcionado más de 300 esqueletos bien conservados, lo que ha permitido a los investigadores reconstruir la genética y el estilo de vida de esta civilización.
Mediante técnicas avanzadas de secuenciación de ADN, los científicos compararon el genoma de este individuo con el de poblaciones antiguas y modernas de Japón, Corea y otras regiones de Asia oriental.
Confirmación de la fusión de culturas en Japón
Los resultados del estudio mostraron que el ADN del individuo Yayoi contenía una mezcla de genes Jomon y toraijin, lo que respalda la teoría de que los inmigrantes coreanos no solo trajeron innovaciones tecnológicas y culturales, sino que también se integraron genéticamente con los nativos del archipiélago.
Este hallazgo refuerza la teoría de una única ola migratoria, en lugar del modelo de triple estructura, que sugería varias migraciones en diferentes momentos. La evidencia sugiere que la mayoría de los inmigrantes Yayoi llegaron en un período relativamente corto, con un origen común en el noreste de Asia.
Un hallazgo que transforma la comprensión sobre la historia de Japón
El impacto de esta migración no solo fue genético, sino también cultural. La llegada de los Yayoi marcó una transición significativa en Japón, pasando de una sociedad de cazadores-recolectores a una economía agrícola avanzada.
Los toraijin trajeron tecnologías clave, como: ✔ Cultivo de arroz en terrazas, lo que facilitó un crecimiento poblacional sostenido. ✔ Forja de hierro y bronce, lo que permitió la creación de herramientas y armas más eficientes. ✔ Sistemas de organización política, que fueron la base de los primeros clanes y reinos japoneses.
Este análisis de ADN no solo confirma la mezcla genética entre los Jomon y los Yayoi, sino que también ofrece una visión más clara de la formación de la identidad japonesa.
La genética sigue revelando la historia oculta del pasado
Los avances en el estudio del ADN antiguo han transformado nuestra comprensión de la historia humana. Gracias a investigaciones como esta, ahora podemos rastrear con precisión los movimientos migratorios que dieron forma a las poblaciones actuales.
Este hallazgo en Japón es solo una pieza en el complejo rompecabezas de la prehistoria asiática, pero su impacto es significativo: confirma que la identidad genética japonesa es el resultado de una fusión cultural y biológica que ocurrió hace más de dos mil años.
La historia de los japoneses, lejos de ser lineal, es un reflejo de encuentros, migraciones y mezclas que dieron forma a una de las civilizaciones más influyentes del mundo.
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