— Mario Alemán 04/02/2025
Al menos 200 de estos elementos avanzaron por tierra en un imponente convoy que recorrió la carretera federal número 30, cruzando por municipios como Frontera y Monclova.
Con el objetivo de fortalecer la seguridad en la frontera entre México y Texas, la Presidenta Claudia Sheinbaum ordenó el despliegue de más de 800 elementos de la Guardia Nacional en cumplimiento del acuerdo alcanzado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El traslado de las fuerzas de seguridad comenzó la tarde del martes, con un fuerte operativo que partió desde diversas regiones del país y se dirigió hacia la zona limítrofe con Estados Unidos.
Al menos 200 de estos elementos avanzaron por tierra en un imponente convoy que recorrió la carretera federal número 30, cruzando por municipios como Frontera y Monclova, hasta incorporarse al libramiento Carlos Salinas de Gortari.
Posteriormente, tomaron la carretera federal número 57, con destino final en Piedras Negras, Coahuila. El resto de los elementos fueron enviados por otros medios para garantizar su llegada oportuna a la frontera.
Sheinbaum, en un mensaje dirigido a la nación, destacó la importancia de esta acción para reforzar la lucha contra el tráfico de drogas, armas y el flujo ilegal de migrantes. "Estamos cumpliendo con nuestro compromiso de fortalecer la seguridad en la frontera y colaborar de manera efectiva con las autoridades de Estados Unidos para frenar el trasiego de fentanilo y otras sustancias que afectan tanto a nuestro país como al suyo", declaró la mandataria.
Por su parte, el presidente Donald Trump, se ha mantenido en una postura firme respecto a la seguridad fronteriza, señalando en recientes declaraciones que de no ver reacción de las autoridades mexicanas cumplirá sus amenazas de imponer aranceles.
Los elementos desplegados trabajarán en estrecha coordinación con agencias de seguridad estadounidenses, reforzando operativos de vigilancia, intercepción y desmantelamiento de redes criminales que operan en la región. Este refuerzo de la Guardia Nacional busca también reducir los índices de violencia ligados al crimen organizado en la zona fronteriza, un problema que ha afectado tanto a México como a Estados Unidos.
Con esta medida, el gobierno de Sheinbaum reafirma su postura de cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad, al tiempo que responde a la creciente preocupación internacional sobre el impacto del tráfico de fentanilo, el contrabando de armas y la crisis migratoria. La llegada de estos elementos representa un punto clave en la estrategia bilateral para frenar actividades ilícitas y garantizar la seguridad en la frontera.
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