— Sandra Guerra 02/02/2025
Si el sarpullido persiste o se acompaña de otros síntomas, lo más recomendable es consultar con un médico o dermatólogo.
El sarpullido es una reacción de la piel que puede ser causada por diversos factores, como alergias, infecciones, picaduras de insectos o incluso condiciones dermatológicas. Uno de los impulsos más comunes cuando aparece un sarpullido es rascarse para aliviar el picor. Sin embargo, este comportamiento puede empeorar la situación. Aquí te explicamos por qué no debes rascarte si tienes sarpullido y qué alternativas existen para calmar la picazón.
1. Rascarse puede empeorar la inflamación
Cuando te rascas, provocas una fricción en la piel que puede agravar la inflamación. Esto puede hacer que el sarpullido se extienda o se intensifique, empeorando la apariencia de la piel. El rascado constante también puede aumentar la rojez y la hinchazón, haciendo que la condición sea más visible y dolorosa.
2. Rascarse puede causar lesiones y cicatrices
Al rascarse, es fácil que la piel se dañe, especialmente si la picazón es intensa y te rascas de manera agresiva. Esto puede llevar a pequeñas heridas o rasguños que no solo se ven poco atractivos, sino que también pueden dejar cicatrices permanentes. Además, las heridas abiertas pueden facilitar la entrada de bacterias y aumentar el riesgo de infección.
3. Puede aumentar el riesgo de infecciones
La piel es una barrera protectora contra los gérmenes y las infecciones. Sin embargo, cuando te rascas, rompes esa barrera, lo que permite que bacterias y otros microorganismos entren en la piel. Esto aumenta el riesgo de infecciones secundarias, que pueden requerir tratamiento médico y complicar el sarpullido original.
4. El rascado puede prolongar el sarpullido
El impulso de rascarse alivia temporalmente la picazón, pero solo durante un corto período de tiempo. En realidad, el rascado puede desencadenar lo que se conoce como "prurito en ciclo", donde el rascado provoca más picazón, lo que lleva a más rascado y así sucesivamente. Este ciclo puede alargar la duración del sarpullido y hacerlo más difícil de tratar.
5. Rascarse puede afectar el sistema nervioso
El rascado excesivo activa las fibras nerviosas en la piel, lo que en última instancia puede intensificar la sensación de picazón. Esto puede hacer que el sarpullido sea aún más molesto y difícil de manejar. Además, rascarse repetidamente puede llevar a una mayor sensibilidad en la piel, lo que puede hacer que los episodios de picazón sean más frecuentes y severos.
Alternativas para calmar la picazón:
Aunque puede ser tentador rascarse, existen formas más saludables de aliviar la picazón y calmar el sarpullido:
Usa cremas o lociones calmantes: Cremas con ingredientes como la avena coloidal, aloe vera o hidrocortisona pueden ser muy útiles para reducir la picazón y la inflamación.
Toma un baño de avena: La avena tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a calmar la piel irritada. Un baño de avena puede proporcionar un alivio inmediato.
Aplica compresas frías: Las compresas frías o paños humedecidos con agua fría pueden reducir la inflamación y calmar el picor.
Mantén la piel hidratada: Usar una crema hidratante puede prevenir la sequedad de la piel, lo que a menudo empeora la picazón.
Consulta con un dermatólogo: Si el sarpullido persiste o empeora, lo mejor es buscar el consejo de un profesional que pueda recomendar el tratamiento adecuado para tu caso específico.
Si bien la picazón es una sensación incómoda, rascarse no es la solución. Puede empeorar el sarpullido, causar infecciones y prolongar el malestar. Existen alternativas más efectivas para calmar la picazón y cuidar la piel. Si el sarpullido persiste o se acompaña de otros síntomas, lo más recomendable es consultar con un médico o dermatólogo.
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