— Alberto Solís 30/01/2025
'El que no vive para servir, no sirve para vivir: un principio de vida'
Iniciaste tu camino en la vida pública en 2012, participando en campañas políticas.
¿Cómo fue esa experiencia y qué te motivó a seguir adelante? "Mi camino en la vida pública comenzó con mucho aprendizaje. Durante mi tiempo como primera dama, tuve la oportunidad de acercarme a la comunidad y comprender de manera más profunda sus necesidades. Estuve muy involucrada con el DIF, una institución noble que realiza un trabajo valioso, pero su enfoque es principalmente asistencial, y me di cuenta de que podía hacer mucho más. Sentí que podía intervenir de manera más directa en asuntos que afectan a la sociedad, como la seguridad, la educación y la salud. La seguridad, en particular, me impactó mucho, especialmente al ver cómo afectaba a los menores y las mujeres. Esa inquietud me llevó a buscar nuevas formas de contribuir y marcar la diferencia. Estaba convencida de que podía hacerlo mejor desde una perspectiva más activa, con un enfoque preventivo y no solo reactivo. Fue entonces cuando decidí seguir adelante y participar más activamente en la vida pública."
¿Qué te motivó a tomar esta decisión y qué expectativas tenías? "El presidente municipal de Sabinas, José Feliciano Díaz Iribarren, me ofreció la oportunidad de asumir el cargo de Delegada de Seguridad, y al principio, reflexioné mucho sobre cómo mi experiencia previa en Morelos podría aplicarse aquí. Sabinas enfrenta retos importantes en términos de seguridad, y esta era una oportunidad para hacer un cambio real, un cambio tangible. Acepté el cargo porque considero que la seguridad es fundamental para el bienestar de cualquier comunidad. Las personas no pueden prosperar si no se sienten seguras, y este reto me parecía una forma de aplicar lo que ya había aprendido y contribuir desde una nueva perspectiva. Mi expectativa era poder trabajar en conjunto con las autoridades federales, estatales y municipales, y desarrollar estrategias que realmente impacten en la comunidad."
Ya llevas un mes en funciones. ¿Cuáles han sido los mayores retos hasta ahora? "Ha sido un mes muy intenso, lleno de trabajo, análisis de la situación actual y muchas reuniones con ciudadanos, autoridades locales y fuerzas de seguridad.
La seguridad es un tema muy complejo que no se soluciona de la noche a la mañana, y parte de nuestro trabajo es analizar la raíz de los problemas, no solo sus consecuencias. Uno de los mayores retos ha sido generar confianza en la gente, porque, aunque las autoridades estamos trabajando de manera firme, es necesario que la ciudadanía también confíe en el proceso. Hemos estado reforzando operativos y buscando soluciones inmediatas, pero la confianza es un trabajo constante que no se consigue de inmediato. Cada pequeño avance es un paso importante, y poco a poco estamos logrando que las personas sientan que realmente estamos aquí para mejorar su calidad de vida."
Además de tu labor en el servicio público, eres empresaria en Morelos. ¿Cómo logras equilibrar ambos roles? "Conciliar ambos roles es un verdadero reto, pero lo he logrado gracias a una excelente organización y al apoyo de mi equipo de trabajo.
La clave está en la delegación de responsabilidades y en la correcta administración del tiempo. Mi trabajo en el servicio público es una vocación, algo que me apasiona profundamente, y mi actividad empresarial también tiene como fin generar bienestar y ofrecer oportunidades a quienes me rodean. Ambos roles buscan lo mismo: generar oportunidades y bienestar. Si bien son áreas diferentes, ambas actividades se complementan porque me han permitido entender mejor las necesidades de la gente y actuar en consecuencia. Mi experiencia como empresaria también me ha dado herramientas para gestionar de manera más eficiente los recursos y las iniciativas que implementamos en la Delegación de Seguridad."
Ser madre de un joven de 16 años te ha permitido tener una perspectiva más cercana a los problemas de la juventud. ¿Qué opinas sobre los problemas que enfrentan hoy en día los adolescentes? "Ser madre me ha dado una perspectiva mucho más cercana sobre lo que viven los adolescentes hoy en día. La adolescencia es una etapa difícil, llena de cambios, pero en la actualidad los jóvenes enfrentan muchas más presiones que las que nosotros tuvimos. El acceso a las drogas, la violencia y la delincuencia son solo algunos de los factores que están afectando a nuestra juventud".
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