— Doctora Corazón 27/01/2025
Testimonio
Hace unos dos meses empece a tener algo con a una chica del trabajo que trabaja en otra ciudad. Desde el principio tuvimos una gran química y nos gustábamos mutuamente. Empezamos a pasar tiempo juntos fuera del trabajo y la conexión fue increíble. Hicimos planes, hablamos mucho, compartimos momentos cercanos, fin de semanas juntos y hubo una buena intimidad entre nosotros. En ese tiempo, ella me dejó claro que no estaba buscando una relación seria en ese momento, pero que le gustaría ver a dónde nos llevaba la conexión.
A pesar de eso, me empecé a involucrar emocionalmente y me gustaba mucho. Pensaba que estaba surgiendo algo más profundo entre nosotros, pero luego las cosas empezaron a enfriarse. Ella comenzó a distanciarse, y yo, sintiendo inseguridad y ansiedad, decidí ser sincero y hablar con ella sobre cómo me sentía.
Hoy, me respondió algo que me dejó bastante confundido. Me dijo que, aunque sigue sintiendo la conexión, prefiere que cualquier tipo de relación quede limitada a momentos puntuales cuando nos encaje, como en viajes o encuentros que tengamos cuando nos cuadre, con o sin trabajo. También me aclaró que ha conocido a otras personas, que no se está limitando, pero que si alguna vez cambiara su perspectiva, me lo diría, y que quería lo mismo de mi parte. Aun así, me dijo que le gustaría “conservarme” y que pase lo que pase, quería que sigamos en contacto.
Consejo
¡Amigo, creo que te han dado el nuevo manual para "Relación sin compromiso 2.0"! Ella te dijo todo, pero como si fuera una receta de cocina para relaciones líquidas: "Conservarte", "ver si nos cuadra", "si me apetece, te llamo". Aquí la clave es seguir adelante, sin tomártelo tan a pecho, pero sí tomarte un par de gin tonics. El punto es que si no hay una etiqueta, no hay presión. Si la conexión es real, se va a dar sola, sin tener que ajustar tus expectativas a sus "encuentros puntuales". Así que relájate, si te tira la red, nadas; si no, agarras tu caña y sigues pescando en otros mares.
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