— Redacción El Tiempo 22/01/2025
La avena es un alimento increíblemente popular, especialmente en el desayuno, gracias a su sabor suave y su gran versatilidad en la cocina saludable. Pero, ¿sabías que remojar la avena antes de consumirla puede ser la clave para maximizar sus beneficios? Si no lo has probado aún, quédate, porque esta práctica podría sorprenderte.
Remojar la avena no es solo una tendencia, sino un paso que mejora su digestibilidad y potencia la absorción de sus nutrientes. Si deseas aprovechar al máximo lo que este grano ofrece, incorporar este sencillo cambio en tu preparación puede hacer una gran diferencia.
El proceso detrás de remojar la avena es fascinante. Al hacerlo, se reducen antinutrientes como el ácido fítico, que pueden interferir con la absorción de minerales como el hierro y el zinc. Además, durante el remojo, el almidón de la avena se descompone parcialmente, lo que facilita la digestión y previene molestias como gases o inflamación. Esto es un alivio para quienes tienen un sistema digestivo sensible.
Pero eso no es todo: la avena remojada no solo es más nutritiva, sino también más fácil de integrar en diversas recetas. Su textura suave la hace perfecta para batidos, gachas, panes y postres. A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Por qué deberías remojar la avena antes de consumirla
Remojar la avena aporta beneficios más allá de la textura suave:
- Mejora la digestibilidad: El proceso de remojo ayuda a descomponer parte del almidón, lo que hace que el grano sea más fácil de digerir.
- Aumenta la absorción de nutrientes: El remojo neutraliza antinutrientes como el ácido fítico, permitiendo que tu cuerpo aproveche mejor minerales esenciales.
- Reduce molestias digestivas: El remojo ayuda a prevenir gases, inflamación y malestar que pueden surgir al consumir avena cruda o mal preparada.
- Mejora el sabor: El remojo resalta el sabor de la avena, haciendo que tus recetas sean aún más deliciosas.
Cómo remojar avena en casa: paso a paso
- Coloca la avena en un recipiente: Usa la cantidad que planeas preparar. Un tazón o frasco de vidrio es ideal.
- Agrega agua: Llena el recipiente hasta que el agua cubra la avena completamente, asegurando que se hidrate bien.
- Incorpora un agente ácido: Añade media cucharada de vinagre de manzana o el jugo de medio limón. Esto ayuda a neutralizar los antinutrientes.
- Deja reposar: Cubre el recipiente y déjalo en un lugar fresco (no en el refrigerador). Lo ideal es dejarlo reposar durante al menos 10 horas o toda la noche.
- Enjuaga y cuela: Antes de preparar la avena, enjuágala bien para eliminar el exceso de almidón y el agente ácido.
Incorporar este sencillo paso en tu rutina transformará la manera en que disfrutas de la avena. Tu cuerpo y tu paladar lo agradecerán. Si buscas ideas para recetas, prueba combinaciones como avena con frutas frescas, nueces o miel para un resultado delicioso y nutritivo. ¡Anímate a probarlo y siente la diferencia!
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