— Redacción El Tiempo 21/01/2025
Un equipo de neurocirujanos de las universidades de Stanford y Brown ha logrado un avance significativo en el control cerebral para personas con parálisis. Implantaron microelectrodos en el cerebro de un hombre de 69 años que sufrió una lesión medular, dejándolo tetrapléjico. Gracias a esta tecnología, el participante fue capaz de controlar una mano virtual y un drone mediante pensamientos, un logro nunca antes alcanzado en el campo de la neurociencia.
Este sistema de interfaz cerebro-computadora se basa en microelectrodos implantados en la corteza motora del cerebro, específicamente en el área que controla los movimientos de la mano. A través de inteligencia artificial, se detectó la actividad eléctrica asociada con el intento de mover los dedos, lo que permitió predecir y replicar estos movimientos en una mano virtual. El participante pudo mover tres segmentos de la mano virtual (pulgar, índice y medio, y anular y meñique) de manera independiente en tres dimensiones.
Lo más notable es que, a través de esta interfaz, el hombre pudo controlar un drone virtual en un entorno simulado de obstáculos, de manera similar a cómo una persona sin parálisis manejaría un videojuego. Este control de la motricidad fina, aunque realizado en un entorno virtual, podría abrir la puerta a la recuperación de habilidades motoras reales, mejorando la calidad de vida de personas con parálisis.
La precisión del control fue seis veces mayor que en estudios previos realizados con técnicas menos invasivas como el electroencefalograma (EEG), lo que demuestra que trabajar más cerca de las neuronas puede ofrecer un control más preciso. Este tipo de tecnología no solo permitiría a los pacientes participar en actividades recreativas como los videojuegos, sino que también podría abrir nuevas posibilidades para tareas complejas como el diseño asistido por computadora (CAD) o la composición musical.
Este avance no solo cumple el sueño del participante de volar un drone, sino que también tiene implicaciones mucho más amplias para el futuro de las personas con parálisis, ofreciendo un potencial para mejorar la destreza y las habilidades motoras finas de forma significativa.