— Redacción El Tiempo
El Villarreal arrasó al Mallorca en apenas siete minutos. Al minuto 20, el Submarino Amarillo tomó control absoluto del partido y no soltó a su rival hasta dejarlo noqueado con un contundente 4-0. En ese lapso frenético, los jugadores del Villarreal aprovecharon cada oportunidad, dejando al Mallorca completamente desorientado.
Marcelino buscaba que su equipo mostrara solidez en La Cerámica, y su sonrisa a los 30 minutos confirmaba que lo estaban logrando. Fue un primer tiempo memorable en Vila-real, con una presión agresiva y efectiva que anuló por completo al Mallorca, un equipo que pelea por puestos europeos pero que, tras las fiestas navideñas, parece irreconocible.
Un ciclón amarillo en siete minutos
El inicio de la goleada comenzó con una jugada entre Kiko y Yéremy que Maffeo logró despejar bajo palos, pero que derivó en un córner. En ese tiro de esquina, Logan Costa se impuso en el aire y marcó nuevamente al Mallorca, igual que en el partido de ida. Cuatro minutos después, una combinación entre Baena y Cardona terminó con un gol del almeriense.
El vendaval amarillo continuó de inmediato. Foyth ganó un duelo a Muriqi, Parejo lideró el contragolpe y Barry culminó con un potente disparo. Apenas segundos después, Cardona centró para que Yéremy voleara directo a la red, cerrando el marcador 4-0 en un abrir y cerrar de ojos.
La segunda parte, un trámite
Con el partido prácticamente sentenciado, el Villarreal bajó la intensidad, enfocándose en mantener su portería imbatida. Arrasate realizó cuatro cambios al descanso intentando mejorar la imagen de su equipo. Aunque Muriqi, Baena y Mojica estuvieron cerca de anotar en la segunda mitad, el marcador no se movió.
Un momento anecdótico fue la activación de la sexta sustitución tras un golpe en la cabeza de Valjent, aprovechando la regla especial para estos casos. A pesar de algunos intentos del Mallorca, el Villarreal cerró una noche histórica en La Cerámica, consolidándose como un equipo imponente en la lucha por los puestos europeos.