— José Gaytán
Tras tomar protesta como el presidente 47 de los Estados Unidos de inmediato Donald Trump cumplió una de sus promesas de campaña en el tema de la migración el cual fue uno de sus estandartes lo cual lo ha acompañado a lo largo de su vida política, ya que de manera inesperada migrantes que tenían agendada su cita con un juez de inmigración que fue tramitada por medio de esta plataforma no fueron recibidos quedando a la deriva su futuro.
Una migrante afectada fue Johana de origen Cubana, destacó que llevaba ocho meses esperando su cita con fecha para el 20 de enero a las 13:00 horas pero al llegar al puente internacional numero dos les mencionaron las autoridades norteamericanas que les llegó un correo en el que la citas habían sido canceladas quedando sin palabras ante tal medida, esperando que se pueda resolver algo ya que de lo contrario estarían analizando que hacer ante esta situación grave.
Otro caso fue el de Andrés un migrante colombiano quien señaló sentirse decepcionado y triste luego de permanecer ocho meses en CDMX a la espera de este momento llegando a la frontera con mucha ilusión para recibir esta noticia, destacando todo lo que paso en su trayecto hasta llegar a este punto ya que recorrió cientos de kilómetros cruzando por el Darién donde se enfrentó a muchos riesgos topándose con genere fallecida que al igual que el desafió esa región.
El programa CBP ONE era fundamental para el funcionamiento del sistema migratorio estadounidense. Permitía a los migrantes que llegaban a la frontera con solicitudes de asilo o casos pendientes de revisión tener un acceso más eficiente a los procesos judiciales necesarios. Al cerrarlo, decenas de miles de migrantes quedaron en un estado de incertidumbre, ya que sus citas programadas con jueces de inmigración fueron abruptamente canceladas. Muchos de ellos habían pasado semanas o meses esperando, siguiendo las instrucciones oficiales.
Una estrategia deliberada contra los migrantes
El cierre del programa fue el primero de una serie de acciones que marcarán la administración Trump como una de las más restrictivas en materia migratoria en la historia reciente de Estados Unidos. Desde la construcción del muro fronterizo hasta la implementación de políticas como quédate en México, Trump dejó claro que priorizaría el endurecimiento de las fronteras y la disuasión de la inmigración, incluso a costa de derechos humanos fundamentales.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes condenaron ampliamente estas decisiones, calificándolas como un ataque directo a las poblaciones vulnerables. Los expertos legales advirtieron que tales medidas no solo complicaban el acceso al debido proceso, sino que también agravaban la crisis humanitaria en la frontera.
El cierre del programa CBP ONE no fue solo un acto administrativo; fue un símbolo de la dirección que tomaría la política migratoria durante la presidencia de Donald Trump. Para muchos, esta acción marcó el inicio de una era de políticas restrictivas que buscaban reconfigurar por completo la narrativa de la inmigración en Estados Unidos, estados como Texas han implementado desde hace tiempo un estricto control en lo que se refiere a la seguridad enviando a personal de la Guardia Nacional para reforzar las medidas y pidiendo a los condados apoyar en dichas labores de lo cual algunos Sheriff no están de acuerdo al señalar que los Diputaos no están capacitados para realizar labores de migración lo cual ha generado diversos cuestionamientos.