— Agencias
Ejecutivos de empresas mexicanas acudieron a Washington para investidura de Trump con la esperanza de evitar alza de aranceles, informó WSJ.
Ocho años después de que el gigante cementero mexicano Cemex se negara a participar en la construcción del muro propuesto por el Presidente Donald Trump a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, uno de sus principales ejecutivos estuvo en Washington ayer con un mensaje más conciliador, reportó The Wall Street Journal.
"¡Hacer que América del Norte vuelva a ser grande!", declaró Mauricio Doehner Cobián, vicepresidente ejecutivo de Cemex, ante aplausos entusiastas en un brunch dominical de ejecutivos de empresas mexicanas y funcionarios de Trump en Washington.
El mensaje subrayó un marcado giro de las empresas mexicanas hacia la aceptación de Trump y la cooptación de su lenguaje de una manera que rara vez se vio durante su primer mandato, resaltó el diario.
Trump ha prometido imponer un arancel del 25 por ciento a los productos mexicanos y se espera que declare una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México cuando asuma el cargo el lunes.
La presidenta de México.
La Presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, advirtió que México tomará represalias con sus propios aranceles y se burló públicamente de algunas de las propuestas de Trump, incluida su idea de cambiar el nombre del Golfo de México a "Golfo de América".
Las empresas mexicanas buscan escapar de la potencial guerra comercial presentándose como empresas norteamericanas, no mexicanas. Esperan capitalizar las políticas proempresariales prometidas por Trump o, en el peor de los casos, calificar para exenciones arancelarias.
"Están muertos de miedo por los aranceles", dijo Abraham Enríquez, quien dirige Bienvenido Empresarios, una coalición de ejecutivos de negocios hispanos, y calificó la oportunidad de hablar directamente con personas privilegiadas de Trump en vísperas de la toma de posesión como "un manto de seguridad".
"Sí, hay mucho nerviosismo ante la posibilidad de aranceles", dijo al WSJ Esteban Abascal, director ejecutivo de Interamerican Foods, la filial estadounidense del mayor fabricante de pasta en México, que anunció una nueva línea de producción de 15 millones de dólares en su fábrica de Cleburne, Texas.
"Pero creo que el Presidente Trump es un hombre de negocios y soy optimista sobre lo que está por venir".
Varias otras empresas anunciaron nuevas inversiones en Estados Unidos, incluida Cemex, que dijo que planeaba invertir entre 4 mil millones y 6 mil millones de dólares en Estados Unidos en cinco años, frente a los 3 mil millones de los últimos seis años.
El sector privado mexicano está aplicando las lecciones del primer mandato de Trump, dijo Matías Gómez Léautaud, analista líder en México de la firma de asesoría de riesgos Eurasia Group. "Este es un Presidente muy transaccional que nos dio un manual muy claro sobre cómo negociar", dijo.
"Esto es muy diferente a 2016, porque hay un reconocimiento de que las prioridades de Trump deben tomarse en serio".
Asistentes.
Entre los asistentes al brunch del domingo se encontraban el hijo del magnate mexicano Carlos Slim y la asesora económica de Sheinbaum, Altagracia Gómez.
En un baile inaugural hispano separado en un hotel de Washington el sábado, magnates y funcionarios latinoamericanos, incluidos los Presidentes Javier Milei de Argentina y Santiago Peña de Paraguay, recibieron una serenata con un mariachi. También asistieron el hijo de Trump, Donald Trump Jr., y el candidato a secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert Kennedy Jr..
Algunos ejecutivos reconocieron que estuvieron allí para resaltar sus inversiones en Estados Unidos, así como los empleos que generan. Otros reformularon sus proyectos para alinearlos con las prioridades de Trump, incluida la de detener el flujo de migrantes a través de la frontera.
"Creemos que nuestro proyecto ayudará a detener la migración a Estados Unidos, porque el desarrollo económico hará que la gente se quede en la región", dijo Carlos Álvarez, director general de la compañía ferroviaria mexicana REMED, que lidera un proyecto de mil 700 millones de dólares para construir un 800 Línea ferroviaria de varios kilómetros de longitud que unirá los puertos de Centroamérica y el Caribe con Norteamérica a través de México.
Empresa mexicana.
Xignux, una empresa mexicana con proyectos que incluyen la producción de transformadores eléctricos en asociación con GE Vernova, dijo que la compañía se estaba expandiendo en tres ubicaciones en Estados Unidos y ya empleaba a mil 900 trabajadores estadounidenses.
Los aranceles esperados por Trump tenían el potencial de perjudicar a la compañía, ya que el 60 por ciento de su producción se encuentra en México, dijo Iván Rivas Rodríguez, ejecutivo de asuntos corporativos de la compañía. Espera que la Administración entrante vea el valor de seguridad nacional de la empresa conjunta para mejorar la red eléctrica de Estados Unidos.
Sheinbaum ha dicho que espera tener una buena relación con Trump. Pero ella enfrenta presión política interna para que no se la considere capitulando ante sus amenazas de tomar medidas en materia de aranceles, inmigración y narcotráfico.