— Redacción El Tiempo
Existen diversas dietas y planes alimenticios, y algunos han ganado popularidad debido a sus beneficios y resultados. Entre los más conocidos se encuentran la dieta cetogénica, o dieta keto, y el ayuno intermitente. Ambos métodos han cautivado a millones de personas en todo el mundo, pero ¿qué los hace tan atractivos? ¿Y qué resultados reales ofrecen?
La dieta keto es un enfoque que busca convertir las grasas en energía, reduciendo significativamente los carbohidratos y priorizando el consumo de grasas saludables y proteínas moderadas. Esto induce al cuerpo a un estado de cetosis, donde las grasas se descomponen para producir cetonas, que sirven como fuente de energía para el cerebro y los músculos. Además de ayudar en la pérdida de peso, la dieta keto puede mejorar el control del azúcar en sangre y la sensibilidad a la insulina, además de ser útil para tratar trastornos neurológicos como la epilepsia.
Por otro lado, el ayuno intermitente se basa en la organización de las comidas, alternando entre periodos de ingesta y abstinencia. Este enfoque mejora la eficiencia metabólica, promoviendo la quema de grasas y la regeneración celular. Los métodos más comunes incluyen el 16/8, donde se ayuna durante 16 horas y se come en una ventana de 8 horas, y el 5:2, que consiste en reducir las calorías durante dos días a la semana. Además de sus efectos sobre el peso, el ayuno intermitente puede reducir el estrés oxidativo y mejorar la salud celular.
Ambos enfoques están respaldados por evidencia científica, pero deben implementarse con cuidado. La personalización y la supervisión profesional son clave para aprovechar sus beneficios sin comprometer la salud. Ninguna dieta debe adoptarse sin una evaluación adecuada de las necesidades individuales, ya que no todos responden igual a estos métodos.
Al combinar la dieta keto con el ayuno intermitente, algunas personas logran maximizar los resultados, pero es esencial hacerlo de manera controlada y personalizada.