¿Por qué cada vez es más difícil concentrarse en la era digital?

— Redacción El Tiempo

En un mundo donde la tecnología está omnipresente, mantener la concentración se ha vuelto cada vez más difícil. Investigaciones recientes demuestran cómo las interrupciones digitales afectan nuestro cerebro y sugieren enfoques sencillos para mejorar tanto nuestra productividad como nuestro bienestar.

La economía de la atención: un recurso limitado

El fenómeno de la disminución de la capacidad de concentración es real. Según un estudio de 2023 del King’s College de Londres, el 49% de los participantes reconoce que su atención es más corta, y el 50% admite revisar su teléfono incluso mientras realiza tareas importantes. Además, un informe de la Universidad de California señala que el trabajador promedio revisa su correo electrónico hasta 77 veces al día, creando un ciclo constante de distracción. Este comportamiento responde al modelo de la “economía de la atención,” en la que las empresas tecnológicas diseñan aplicaciones para captar nuestra atención, ya que su modelo de negocio depende de ello.

El impacto de la tecnología en el cerebro

El Dr. Chris Fullwood, experto en ciberpsicología, explica que la atención no es un recurso fijo, sino que varía dependiendo de factores como el estrés, las emociones y el estado de ánimo. Sin embargo, la tecnología empeora este panorama al activar el sistema de recompensas del cerebro. Cada notificación genera una descarga de dopamina que refuerza el hábito de revisar los dispositivos. Este patrón tiene un costo significativo: un estudio de la Universidad de California revela que retomar una tarea después de una interrupción puede tardar hasta 23 minutos y 15 segundos, lo que afecta la productividad y provoca agotamiento mental. Aunque la tecnología juega un papel importante, Fullwood subraya que estas preocupaciones no son nuevas. En el pasado, la televisión también fue acusada de reducir nuestra capacidad de atención. Además, condiciones como el TDAH también influyen en nuestra concentración, más allá de las distracciones tecnológicas.

Cómo recuperar la concentración

A pesar de los desafíos actuales, existen estrategias sencillas para mejorar la concentración:

  1. Evitar la multitarea: Hacer varias cosas a la vez reduce la calidad del trabajo y alarga el tiempo necesario para completarlo.
  2. Identificar los momentos más productivos: Aprovechar las horas del día en las que se tiene más energía para realizar tareas importantes puede marcar una gran diferencia.
  3. Controlar las interrupciones tecnológicas: Desactivar notificaciones y organizar tareas en bloques de tiempo ayuda a reducir el estrés y mejorar el enfoque.
  4. Incluir actividades sin dispositivos: Leer, practicar deportes o pasar tiempo al aire libre fomenta la atención plena y disminuye la dependencia de la tecnología.

Pequeños cambios, grandes resultados

Acciones simples, como dejar el teléfono en otra habitación mientras trabajas, pueden tener un gran impacto. Aunque mejorar la concentración requiere esfuerzo, estas decisiones conscientes permiten redescubrir el placer de concentrarse en lo que realmente importa.

 
 

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