— Paola Sosa
La organización denunció que cientos de personas enfrentan cargos vagos, como "incitación al odio" y "terrorismo", con severas penas, y que las detenciones se realizan bajo condiciones extremas, donde incluso los detenidos, incluidos adolescentes, sufren abusos físicos y se les niega el derecho a una defensa legal adecuada.
Human Rights Watch (HRW) alertó sobre una "brutal represión" en Venezuela luego de las elecciones presidenciales de julio de 2024, en las cuales Nicolás Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo bajo control chavista. Según HRW, las protestas contra los resultados, en su mayoría pacíficas, fueron respondidas con violencia por las autoridades, que emplearon tácticas represivas que incluyeron asesinatos, detenciones arbitrarias y acoso a los opositores.
HRW documentó al menos 23 muertes de manifestantes y transeúntes, vinculando a las fuerzas de seguridad y a los grupos armados progubernamentales conocidos como "colectivos" con varios de estos asesinatos, aunque la Fiscalía niega estas acusaciones. Además, la organización denunció que cientos de personas enfrentan cargos vagos, como "incitación al odio" y "terrorismo", con severas penas, y que las detenciones se realizan bajo condiciones extremas, donde incluso los detenidos, incluidos adolescentes, sufren abusos físicos y se les niega el derecho a una defensa legal adecuada.
El informe de HRW también menciona la falta de transparencia en el proceso electoral, ya que el CNE no ha publicado los resultados completos ni realizado las auditorías requeridas por ley. La crisis política se intensificó después de que Maduro asumiera un tercer mandato consecutivo, lo que la oposición considera un "golpe de Estado". La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que apoya al opositor Edmundo González Urrutia, afirma que ha reunido miles de actas electorales que prueban su victoria, documentos que el chavismo califica de falsos.