— Redacción El Tiempo
En un mundo cada vez más interconectado, no todas las amenazas son fácilmente reconocibles.
Mientras las crisis visibles acaparan nuestra atención, una amenaza más silenciosa y destructiva crece en las sombras. Una advertencia realizada hace décadas ahora resuena con alarmante claridad, mostrando cómo esta amenaza callada podría alterar el curso de la humanidad en el siglo XXI.
No se trata de un virus: la amenaza oculta que podría redefinir el siglo XXI.
Carl Sagan, astrónomo y divulgador, dejó un legado invaluable al advertir sobre los peligros de abandonar el pensamiento crítico. Sus advertencias cobran relevancia en la actualidad, en un mundo donde la desinformación y la dependencia de la tecnología desafían las bases de nuestra sociedad.
El legado de Carl Sagan y su lucha contra los "demonios" del pensamiento.
Sagan, reconocido por su serie Cosmos y su obra El mundo y sus demonios (1995), subrayó la importancia del método científico como herramienta esencial para enfrentar los aspectos más oscuros de la naturaleza humana. En su libro, alertó que la pérdida del pensamiento crítico podría tener consecuencias devastadoras, facilitando el resurgimiento de la superstición y la manipulación masiva.
Más de tres décadas después de sus palabras, estas advertencias parecen haberse concretado. La expansión de la desinformación, alimentada por las redes sociales y algoritmos que refuerzan burbujas informativas, ha dado paso a lo que muchos llaman una "epidemia moderna". Este fenómeno no solo socava la democracia, sino que también intensifica problemas como la negación del cambio climático y la creciente polarización.
Una predicción que se convierte en realidad.
En 1995, Sagan describió un futuro inquietante:
“Tengo el presentimiento de una América en la época de mis hijos o nietos… cuando los impresionantes poderes tecnológicos estén en manos de unos pocos… cuando nuestras facultades críticas en declive, incapaces de distinguir entre lo que se siente bien y lo que es verdad, nos deslizamos de nuevo hacia la superstición y la oscuridad.”
Estas palabras anticiparon con asombrosa precisión los retos de nuestra época: una dependencia excesiva de la tecnología, una economía centrada en la información y una población incapaz de cuestionar a quienes tienen el poder.
¿Qué es el pensamiento crítico y por qué es tan crucial?
El pensamiento crítico va más allá de acumular datos; implica evaluar la información de manera objetiva, analizarla, interpretarla y tomar decisiones fundamentadas. Es una habilidad esencial para navegar en un mundo saturado de información y evitar caer en la manipulación o en creencias infundadas.
Esta capacidad requiere esfuerzo y disciplina, pero es fundamental para asegurar el progreso social y contrarrestar los efectos dañinos de la desinformación.
Recuperar el pensamiento crítico: las estrategias de Sagan.
Carl Sagan propuso medidas concretas para contrarrestar la desinformación y fortalecer el sentido común:
- Verificar las evidencias: No se debe aceptar ningún hecho sin una comprobación rigurosa y objetiva.
- Fomentar el debate: Es vital que expertos con diferentes puntos de vista analicen las pruebas y promuevan discusiones abiertas.
- Cuestionar la autoridad: En la ciencia no existen figuras incuestionables, solo expertos que deben ser evaluados constantemente.
Un llamado a la acción.
La advertencia de Sagan resalta que el pensamiento crítico no es solo una habilidad individual, sino un pilar colectivo necesario para afrontar los desafíos del siglo XXI. En un mundo polarizado y lleno de desinformación, recuperar estas herramientas será clave para construir un futuro más racional y justo.