— Redacción El Tiempo
Un estudio publicado en Nature Medicine advierte que los casos de demencia en Estados Unidos podrían duplicarse para 2060, impulsados principalmente por el envejecimiento de la población, una tendencia compartida por países como España.
La investigación, que analizó datos de más de 15,000 adultos entre 1987 y 2020, estima que el riesgo de desarrollar demencia después de los 55 años es del 42%, cifra superior a las estimaciones previas. Este riesgo aumenta al 50% en mayores de 75 años.
El impacto de este aumento no solo afecta la salud pública y las familias, sino que también implica costos económicos significativos. Actualmente, los gastos anuales relacionados con la demencia en Estados Unidos ascienden a 600,000 millones de dólares, una cifra que podría crecer con el incremento de casos proyectado.
Desigualdades en género y raza
El estudio también señala diferencias significativas en el riesgo de demencia según género y raza:
- Las mujeres tienen un riesgo del 48%, frente al 35% de los hombres.
- Los adultos negros enfrentan un riesgo del 44%, en comparación con el 41% en blancos.
Estas disparidades evidencian la necesidad de abordar las desigualdades en salud para mitigar los efectos de la demencia en las comunidades más afectadas.
Prevención y estrategias necesarias
Para enfrentar esta crisis, los investigadores proponen:
- Abordar factores de riesgo como la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
- Mejorar la disponibilidad de herramientas como audífonos, que podrían beneficiar la salud cognitiva.
Además, enfatizan la importancia de desarrollar políticas sanitarias enfocadas en reducir la gravedad de los casos y ampliar los servicios de atención. Esto podría aliviar la carga sobre los sistemas de salud y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Implicaciones globales
Aunque el estudio se centra en Estados Unidos, tiene relevancia internacional. En España, donde se proyecta que más del 30% de la población tendrá más de 65 años para 2050, el número de casos de demencia podría aumentar drásticamente si no se adoptan medidas preventivas.
El panorama subraya la urgencia de implementar estrategias globales para afrontar los desafíos del envejecimiento poblacional y reducir el impacto de la demencia en las próximas décadas.