El cacao enfrenta su peor crisis en 50 años a causa del cambio climático

— Lupita Ramírez

La crisis del cacao amenaza con transformar para siempre la industria chocolatera. Armando Muñoz y Lizbeth Hernández, dos actores clave del sector, cuentan cómo esta crisis, que parecía lejana, llegó más rápido de lo esperado.

El cacao, un ingrediente esencial en la historia gastronómica de México, atraviesa una de las crisis más graves que se recuerdan. Lo que se esperaba como una amenaza para el futuro, impulsada por la alteración de los ciclos climáticos (2024 fue el año más caluroso jamás registrado en el mundo), llegó antes de lo previsto. 

Las cosechas de cacao en nuestro país han disminuido drásticamente (80%) debido a las sequías prolongadas, las lluvias intensas y enfermedades como la moniliasis del cacao, que afectaron a los cultivos de forma devastadora. Con una demanda global de cacao en aumento y una oferta que no alcanza a cubrirla, el precio del cacao ha subido exponencialmente, colocando a la industria frente a una encrucijada.

 

De acuerdo con la Organización Internacional del Cacao (ICCO), la producción mundial de cacao disminuyó 11% en la temporada 2023/2024, lo que representa un déficit de 374,000 toneladas, una situación que no se había vivido en más de 50 años. Este fenómeno global está afectando fuertemente a los productores mexicanos, quienes enfrentan sequías extremas e inundaciones repentinas, alterando su capacidad de producción y elevando los precios de este superalimento.

Este problema tiene un impacto profundo no solo en los productores, sino en todos los eslabones de la cadena, desde los agricultores hasta los chocolateros y consumidores. En México, donde el cacao tiene raíces profundas en las civilizaciones prehispánicas, la crisis no solo afecta la economía, sino también la identidad cultural. En este contexto, dos figuras del mundo chocolatero mexicano, Armando Muñoz Vasconcelos, fundador del DRUPA Museo Interactivo del Chocolate, y Lizbeth Hernández Torres, maestra chocolatera, nos ofrecen su perspectiva sobre este momento tan complejo.

 

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Economía

La llegada precipitada de la crisis

Cuando Armando Muñoz habla sobre la crisis del cacao, lo hace con una mezcla de resignación y determinación. "Este tema nos agarró como un golpe directo. Sabíamos que iba a llegar, pero pensábamos que sería en unos 10 o 15 años, ya está aquí y muy probablemente sea irreversible", comenta. En su opinión, el cambio climático ha acelerado un proceso que los productores conocían, pero nunca imaginaron que se daría con tal rapidez. En lugar de ser una preocupación a largo plazo, la crisis se presentó de forma repentina, alterando las cosechas, la producción y el mercado de manera dramática.

Lizbeth Hernández, por su parte, explica cómo el cacao mexicano ha sido golpeado por fenómenos climáticos extremos, como las sequías prolongadas seguidas de lluvias intensas. "Los sembradíos de cacao, que dependen de las lluvias, se han visto muy afectados. Si las sequías son demasiado largas, las plantas no se hidratan bien. Y cuando llueve en exceso, los cultivos se inundan, lo que hace que se pierdan", explica. Esta variabilidad climática ha impactado las cosechas, con pérdidas que rondan entre el 65 y el 80% en algunas regiones productoras de cacao.

La enfermedad que empeora la situación

El cacao no solo se enfrenta a la variabilidad climática; también lucha contra una enfermedad antigua y difícil de controlar: la moniliasis del cacao. Esta enfermedad causada por un hongo, afecta las mazorcas y ha sido particularmente destructiva cuando las lluvias intensas favorecen su propagación. Muñoz Vasconcelos explica: "La moniliasis del cacao, con la humedad excesiva, se ha vuelto un problema recurrente que muchos productores no han logrado controlar". Los efectos de esta enfermedad, junto con el cambio climático, han reducido drásticamente la producción, lo que genera un aumento de precios a nivel mundial.

 

El desabasto y los precios récord

Las consecuencias de esta crisis ya son palpables en los mercados. El precio del cacao ha subido de manera vertiginosa, pasando de los 60-80 pesos por kilo a entre 220 y 250 pesos en la actualidad. Para la industria chocolatera, esto es un gran golpe. La escasez de cacao ha generado un desequilibrio entre oferta y demanda, lo que ha obligado a los chocolateros a tomar decisiones difíciles. Armando Muñoz menciona que los precios récord no solo afectan a los productores, sino que repercuten en todos los eslabones de la cadena de valor. "Hay una demanda tremenda y poca oferta. Las industrias enfrentan una disyuntiva: o bajan el contenido de cacao en sus productos o recurren a sucedáneos como las mantecas vegetales y los sabores artificiales", explica.

Este aumento de precios y la falta de acceso al cacao pone en peligro la producción de chocolates de alta calidad, especialmente aquellos con un porcentaje elevado de cacaoLizbeth Hernández reconoce que es probable que, en un futuro cercano, el cacao puro sea un lujo al que pocos puedan acceder. "Comer una barra con 70% de cacao será un lujo dentro de 10 años", predice. Para muchos chocolateros, esta crisis ya ha alterado su visión de la industria, haciendo que los costos de producción sean más elevados y poniendo en riesgo la viabilidad de las pequeñas empresas chocolateras.

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