— Redacción El Tiempo
Un brote mortal de gripe aviar ha afectado gravemente las granjas de pollos en EE. UU., resultando en la muerte de más de 20 millones de gallinas ponedoras el trimestre pasado, lo que ha tenido un impacto devastador en el suministro de huevos en el país.
Este brote ha provocado sacrificios masivos de aves para controlar la propagación del virus, contribuyendo al aumento de los precios de los huevos en todas las categorías de producción, según datos del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA).
El gobierno federal ha destinado 1.25 mil millones de dólares para compensar a los granjeros afectados, con el fin de incentivar la denuncia de infecciones y ayudar a frenar la propagación del virus. Los casos de gripe aviar aumentan en invierno, cuando las aves migratorias propagan el virus a medida que se desplazan hacia el sur. Este invierno, el virus ha trascendido a los rebaños lecheros, causando más infecciones, incluidas algunas relacionadas con leche cruda contaminada.
California ha sido particularmente afectada, lo que llevó al estado a declarar el estado de emergencia. Aunque los brotes han causado grandes pérdidas en aves de corral, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han reportado solo 66 casos humanos de gripe aviar en EE. UU. La mayoría de las infecciones son leves y ocurren en trabajadores agrícolas que tienen contacto cercano con aves infectadas. Sin embargo, un caso mortal reciente en Luisiana, relacionado con la cepa D1.1 del virus, ha aumentado las preocupaciones.
En respuesta, el USDA planea almacenar una vacuna dirigida a esta cepa, pero la vacunación generalizada no es probable debido a las preocupaciones sobre la posibilidad de que la vacuna oculte los síntomas y afecte las exportaciones internacionales de aves de corral. Además, el virus también ha afectado a mascotas, especialmente gatos que consumieron aves contaminadas o productos alimenticios crudos derivados de animales infectados.