— José Luis Adriano
La importancia de los jugadores franquicia
A la hora de construir equipos de nivel de campeonato en la NBA, el componente más importante es contar con un verdadero jugador franquicia. Pero para aprovechar ese tipo de talento transformador y levantar el Trofeo Larry O'Brien, esos equipos también necesitan encontrar formas de complementar a esa superestrella.
La liga ha visto lo impactantes que pueden ser esos jugadores finales. En 2023, los Denver Nuggets ganaron el título, en parte, al conseguir a Bruce Brown con un trato de ganga como agente libre. La temporada pasada, los Boston Celtics construyeron una plantilla que incluía varios contratos de valor a largo plazo para jugadores clave como Derrick White, Payton Pritchard y Sam Hauser.
En 2021, un factor importante en el equipo campeón de los Milwaukee Bucks fue la incorporación de Brook Lopez tres años antes con un contrato apenas por encima del mínimo. Y, por supuesto, la racha dinástica de los Golden State Warriors (hasta el fichaje de Kevin Durant) fue posible porque el dos veces MVP Stephen Curry firmó uno de los contratos de mejor valor en la historia de la liga.
Con las duras restricciones financieras que impone el nuevo convenio colectivo de trabajo, contratar jugadores con contratos inteligentes es más importante que nunca, ya que varios contendientes han tenido problemas para sumar profundidad.
Pero, ¿cómo luciría un equipo que solo tuviera contratos inteligentes? ¿Cuántas victorias podría conseguir si fuera bajado a la liga esta temporada? Estamos armando una plantilla completa de 15 hombres compuesta por los mejores contratos de la liga (desde una perspectiva de construcción de equipos) y poniéndola a prueba.
Pasemos a la plantilla, que cuenta con cuatro campeones defensores y un pívot del mejor equipo de esta temporada, y está liderada por un guardia que terminó entre los cinco primeros en la votación al Jugador Más Valioso de la temporada pasada.