— Paola Sosa
Presidenta Jenniffer González, solicitó protección tras las amenazas de Maduro de "liberar" la isla, considerándolas una amenaza a la seguridad.
La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, ha solicitado formalmente al gobierno de los Estados Unidos tomar medidas de protección ante las recientes declaraciones de Nicolás Maduro, en las que el líder chavista sugirió la “liberación” de la isla. El pedido llega en medio de crecientes tensiones internacionales y amenazas directas contra la soberanía de Puerto Rico, un Estado Libre Asociado de EE.UU.
En una carta enviada al presidente electo estadounidense, Donald Trump, y difundida en las últimas horas, González expresó su confianza en que el gobierno de Washington actuará rápidamente para responder a lo que considera una amenaza abierta a la seguridad nacional estadounidense. La gobernadora manifestó que esperaba una respuesta clara de EE.UU. para demostrar al régimen de Maduro que Estados Unidos protegerá las vidas y la soberanía de los puertorriqueños.
Agresión. González no tardó en calificar de “matón” al mandatario venezolano, asegurando que su declaración representa una agresión directa a la isla y a su relación con EE.UU. "El dictador venezolano Nicolás Maduro pidió una invasión a Puerto Rico, una amenaza abierta a los Estados Unidos y a nuestra seguridad nacional", afirmó la gobernadora.
Declaraciones Maduro. El origen de la alarma se encuentra en las declaraciones de Maduro, pronunciadas el sábado pasado durante la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, un evento en el que participaron manifestantes con banderas de Puerto Rico. En su discurso, Maduro sostuvo que “así como en el norte tienen una agenda de colonización, nosotros tenemos una agenda de liberación”. Además, agregó que la "libertad de Puerto Rico" estaba pendiente, asegurando que la isla sería "liberada" por las tropas de Brasil, con el Batallón Abreu e Lima al frente. Estas palabras, que Maduro pronunció ante un público internacional, encendieron una fuerte reacción en Puerto Rico y en los Estados Unidos, especialmente dada la relación histórica de la isla con EE.UU. desde su anexión en 1898 y el rol de Puerto Rico como un socio estratégico en cuestiones de seguridad nacional.
La respuesta de Puerto Rico: En su misiva a Trump, la gobernadora González destacó que Puerto Rico ha sido un aliado clave para Estados Unidos, mencionando que los puertorriqueños han estado presentes en todos los conflictos bélicos importantes, luchando junto al Ejército estadounidense desde la Primera Guerra Mundial. Además, enfatizó que la isla alberga numerosas bases militares estadounidenses, lo que la convierte en una pieza crucial para los intereses de seguridad de EE.UU. en el Caribe y América Latina.
“Puerto Rico también representa una presencia clave para promover los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos en nuestra región”, agregó González en su carta, subrayando la importancia estratégica de la isla en un contexto de creciente presencia de actores adversarios en la región, como Rusia y China.
La gobernadora aseguró que está dispuesta a trabajar con la Administración Trump para abordar este tipo de amenazas, a la vez que reafirmó su compromiso con la lucha por la libertad y democracia en Venezuela, un país que, según González, sufre bajo el régimen autoritario de Maduro.
El estatus de la isla. El incidente ha puesto nuevamente sobre la mesa la cuestión del estatus político de Puerto Rico, un tema que sigue dividiendo a la población puertorriqueña. En las últimas décadas, la isla ha celebrado varios referendos sobre su futuro, pero hasta la fecha no ha habido consenso sobre si debe convertirse en un estado de pleno derecho, independizarse o continuar bajo su actual estatus de Estado Libre Asociado.
En noviembre de 2024, un 57 % de los votantes eligió la ‘estadidad’, es decir, la anexión como un estado de pleno derecho de los Estados Unidos, en una consulta no vinculante. Sin embargo, un significativo 30 % optó por la independencia, y un alto porcentaje de votos fueron nulos o en blanco, reflejando la falta de acuerdo definitivo sobre la relación de Puerto Rico con EE.UU. La gobernadora González ha reiterado en diversas ocasiones que los puertorriqueños han expresado su rechazo a la independencia y han optado por fortalecer la relación con EE.UU.