— Redacción El Tiempo
El encuentro entre el Atlético de Madrid y Osasuna estuvo marcado por decisiones polémicas que influyeron en el desarrollo del partido.
Los locales tuvieron un inicio prometedor con un gol de Antoine Griezmann al minuto 7, tras un pase de Nahuel Molina. Sin embargo, el tanto fue invalidado tras la revisión del VAR, donde el árbitro Díaz de Mera determinó que el francés había rematado el balón con el brazo.
Iturralde González, árbitro analista de AS y la Cadena SER, explicó la decisión: "Cualquier gol que involucre un toque previo en el brazo debe ser anulado. Además, en esta ocasión, hubo un movimiento intencional de Griezmann, por lo que correspondía mostrarle una tarjeta amarilla". Según el reglamento, intentar marcar un gol con la mano es motivo de amonestación, lo que hizo acertada la intervención de Munuera Montero al recomendar la revisión.
La segunda jugada controvertida ocurrió en el minuto 72, cuando Rubén García cayó dentro del área tras un contacto con Pablo Barrios. El jugador de Osasuna consideró que debía haberse señalado penalti. "Siento un contacto claro dentro del área, para mí es penalti. Barrios admite que me toca. Tal vez en el área contraria habría más posibilidades de que se pitara", comentó García a Movistar+ al finalizar el partido.
No obstante, Iturralde González respaldó la decisión de Díaz de Mera de no conceder el penalti. Aunque reconoció que hubo contacto, lo consideró insuficiente para sancionar la acción. Las decisiones arbitrales dejaron un sabor agridulce en un partido lleno de tensión y análisis posterior.