— Redacción El Tiempo
Aquellos que afirman "No soy persona si no tomo un café por la mañana" suelen usar esta frase como excusa para exigir su dosis de cafeína y comenzar el día. Sin embargo, la ciencia ahora respalda esta práctica, ya que tomar café por la mañana reduce el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y en general, en comparación con quienes lo consumen en otras horas del día.
Un estudio publicado en European Heart Journal ha investigado si el momento del consumo de café tiene beneficios para la salud. "Investigaciones previas indican que el café no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Dado el impacto de la cafeína en el cuerpo, queríamos analizar si la hora del día en la que se consume café influye en la salud del corazón", explica Lu Qi, presidente de la HCA Regents y profesor en la Universidad de Tulane.
Este es el primer estudio que analiza los efectos del momento del consumo de café en los resultados de salud. Los hallazgos sugieren que no solo es importante si bebemos café o cuánto, sino también el momento en que lo consumimos. Aunque las guías dietéticas normalmente no recomiendan horarios específicos para el café, Qi considera que esto podría ser un aspecto a considerar en el futuro.
En un editorial que acompaña el estudio, el profesor Thomas F. Lüscher, de los hospitales Royal Brompton y Harefield de Londres, explica las razones científicas detrás de este hallazgo: "Por la mañana, al despertar, se produce un aumento en la actividad simpática, que disminuye durante el día y llega a su nivel más bajo durante el sueño". Esto sugiere que beber café por la tarde o noche podría alterar el ritmo circadiano de esta actividad, lo que podría afectar al sueño, ya que el café suprime la melatonina, una hormona que induce el sueño.
"Debemos aceptar que la evidencia sugiere que beber café, especialmente por la mañana, es probablemente saludable. Así que, ¡beba café, pero hágalo por la mañana!", concluye Lüscher.
El estudio incluyó a 40.725 adultos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EE. UU. entre 1999 y 2018. Los participantes indicaron cuándo y cuánto café bebían. Se descubrió que el 36% consumían café principalmente antes del mediodía, el 16% lo bebían durante todo el día, y el 48% no tomaban café. Los bebedores de café por la mañana tenían un 16% menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un 31% menos de riesgo de morir por enfermedad cardiovascular en comparación con quienes no tomaban café. En cambio, no hubo reducción en el riesgo entre los bebedores de café durante todo el día.
Los bebedores matutinos, tanto moderados (dos o tres tazas) como empedernidos (más de tres tazas), mostraron menores riesgos, aunque los bebedores ligeros (una taza o menos) también experimentaron una disminución en el riesgo, aunque menor.