— Redacción El Tiempo
Conocidos en las calles como "iso" o "toni", los nitazenos son sustancias sintéticas que son 40 veces más potentes que el fentanilo y 140 veces más fuertes que la heroína. Estas drogas ya han causado más de doscientas muertes desde que comenzaron a ser monitoreadas por las autoridades sanitarias globales.
Este nuevo peligro se suma a la crisis del fentanilo, que ha provocado una grave emergencia de salud pública en varias ciudades de Estados Unidos. Aunque los nitazenos no son una sustancia nueva, su uso como droga sí lo es, y ya están bajo vigilancia especial del Ministerio de Sanidad.
¿Qué son los nitazenos? No se trata de una sustancia única, sino de una familia de compuestos, con alrededor de 20 derivados diferentes, tales como protonitazeno, clonitazeno y metonitazeno. El más conocido y utilizado es el isotonitazeno, de ahí que en las calles se le conozca como "toni" o "iso".
¿Es un opioide? Sí, los nitazenos son opioides sintéticos, lo que significa que no se extraen de la planta de opio, sino que se fabrican artificialmente en laboratorios. Al ser consumidos, actúan sobre las mismas áreas del cerebro que los opioides naturales.
¿Es una droga nueva? Aunque los nitazenos fueron descubiertos en los años 50 como parte de un experimento fallido para crear nuevos analgésicos, no fueron aprobados para uso humano. Sin embargo, en los últimos años, debido a la creciente demanda de opioides y la disminución en la producción de opio en Afganistán, estos compuestos se han comenzado a sintetizar de nuevo en laboratorios clandestinos, como el que fue desmantelado en Brasil recientemente.
¿Está presente en España? Según un informe de 2024 de la agencia antidroga de la ONU, los nitazenos ya están presentes en algunos países europeos como el Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Eslovenia, Estonia y Letonia. No obstante, en España aún no se han registrado casos.
¿Cómo se consume? El consumo de nitazenos suele ser oral, en forma de pastillas, aunque también se puede inhalar en forma de polvo o inyectar por vía intravenosa. Su color puede ser blanco, azul, marrón o amarillo. No es raro que se combine con alcohol, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sobredosis, depresión respiratoria y muerte debido a la alta potencia de la droga.