— José Luis Adriano
Tres estadounidenses pretenden jugar con Barza
Diego Kochen y Pedro Soma jugaban en equipos rivales en Miami cuando eran niños. Ahora ambos juegan en Barcelona. Tampoco son los únicos futbolistas a punto de llegar al primer equipo del gigante español que nacieron en Estados Unidos en 2006; también está Adrian Gill, nacido en Colorado.
Sólo seis meses de edad separan al trío, que espera que su formación con el Barça contribuya con la selección masculina de Estados Unidos en los próximos años, a medida que más jóvenes estadounidenses se abran paso en Europa. Sin embargo, que tres jugadores de la misma edad lleguen al primer nivel del Barça sería algo realmente especial.
El arquero, Kochen, y el mediocampista, Soma, ya son habituales del Barça Atlétic, el equipo de reserva del conjunto catalán que compite en la tercera división del fútbol español. Gill también podría haber jugado junto a ellos, de no ser por la grave lesión que sufrió en 2023 pocos días después de entrenar por primera vez con el primer equipo. Recientemente regresó tras más de 14 meses de trabajo de rehabilitación, y ahora está volviendo a encontrar su ritmo en el equipo sub-19.
Los tres se sentaron junto al analista, Luis García -- que también pasó por el Barça antes de jugar en Liverpool y Atlético de Madrid, entre otros -- para hablar de sus diferentes trayectorias hasta la fecha, sus estilos de juego, sus esperanzas con y para USMNT y su vínculo fuera del campo de juego siendo estadounidenses viviendo en el extranjero.
Gill, de Denver, es el mayor de los tres. También fue el primero en fichar con el Barça, uniéndose desde el equipo juvenil local Cornellà en 2018 después de que su familia se trasladara a España. "La habitación empezó a girar a mi alrededor", cuenta sobre el momento en que un entrenador de Cornellà le habló del interés del Barça.
Un año después, Kochen (Miramar, Miami) se unió a él en el club. Jugaba en la Academia de Fútbol Marcet y pensó que su padre le estaba tomando el pelo cuando le reveló que el club, de cuya famosa academia La Masía salieron jugadores de la talla de Lionel Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández, quería ficharlo.
"Al principio, no lo puedes creer", cuenta. Pensé, 'Vamos, qué broma más pesada me está haciendo mi padre'. Es increíble. Es una gran sensación. No hay otra igual. Es pura emoción, pura alegría. Esas son las únicas palabras para describir ese momento".