La parroquia Santiago Apóstol en Monclova abrirá la Puerta Santa el 5 de enero y en Frontera será en el templo Sagrado Corazón de Jesús el mismo día.
Este domingo se dio apertura al Año Jubilar de la Iglesia diocesana, denominado Peregrinos de la Esperanza, con una misa especial en Saltillo en la que participaron representantes de todas las parroquias de la iglesia católica.
Se han designado parroquias jubilares en diversas regiones, y en Monclova, la parroquia Santiago Apóstol será la encargada de abrir la Puerta Santa el 5 de enero.
Reencuentro
Juan Francisco González Escalante, vicario de la parroquia Santiago Apóstol, explicó que el Año Jubilar representa una oportunidad para regresar al camino de Dios.
El decreto jubilar invita a pedir la indulgencia plenaria, y los fieles deben comprometerse a pedir perdón y estar verdaderamente arrepentidos de sus pecados. Este proceso incluye:
Sacramento de la penitencia.
Comunión.
Oración.
En Monclova, la parroquia Santiago Apóstol ha sido designada como parroquia jubilar, y el 5 de enero se abrirá la Puerta Santa. En Frontera, la parroquia Sagrado Corazón de Jesús también ha sido establecida como sede jubilar.
El vicario destacó que aún no tienen la hora exacta del evento, ya que están tratando de que el obispo Hilario Martínez esté presente en Monclova.
"El Año Jubilar, establecido en las escrituras, es el año del perdón, de hacer nuevas las cosas, de recomenzar. Es un tiempo de gracia que la Santa Madre Iglesia nos concede para la purificación de los pecados. Pasar por una puerta jubilar es reconocer que, aunque nosotros nos hayamos alejado, siempre habrá una puerta abierta dispuesta a recibirnos", expresó González Escalante.
Fin de Año
El vicario celebró la misa dominical en honor a la familia. Posteriormente, en entrevista, compartió un mensaje de fin de año, invitando a los fieles a ser agradecidos por todo lo recibido.
"La gratitud es la memoria del corazón. Siempre hay que dar gracias, ya que quien no sabe agradecer, termina exigiendo, porque cree que todo se lo merece, y quien exige, termina peleando. Por eso, los invito a, con un corazón lleno de gratitud, dar gracias primero a Dios, quien es el principio y fuente de nuestra vida, y después a todos los que nos rodean, que son un regalo de Dios."
El vicario reiteró la invitación a reflexionar sobre la relación con Dios, llenarse de humildad, y dar gracias por la vida, la salud, los alimentos y el trabajo.