— Redacción El Tiempo
Los avances en la tecnología de realidad virtual no solo están impactando a los humanos, sino también a los estudios científicos, como lo demuestra un innovador desarrollo en el que los ratones de laboratorio ahora pueden experimentar entornos de realidad virtual.
Un equipo de investigadores ha creado un conjunto de gafas de realidad virtual para ratones, que permiten estudiar la actividad cerebral de estos roedores mientras interactúan con entornos virtuales. El estudio fue publicado en la revista Nature Methods.
Estas gafas, llamadas MouseGoggles, están diseñadas con componentes de bajo costo, como pantallas de relojes inteligentes, y tienen un tamaño adaptado a los pequeños roedores. La tecnología se basa en un enfoque "hacker", reutilizando partes diseñadas para otros dispositivos, lo que permitió a los investigadores crear un producto económico y fácil de usar.
La capacidad de ofrecer experiencias inmersivas a los ratones tiene un gran potencial en la investigación científica. Hasta hace unos años, los científicos usaban pantallas de proyección torpes que generaban interferencias y no eran tan efectivas. Ahora, la nueva configuración mejora la calidad de los experimentos, permitiendo estudiar el cerebro de los roedores de una manera más natural.
En los experimentos, se usó la MouseGoggles para proyectar una imagen de una mancha oscura que se expandía hacia los ratones. Estos mostraron una reacción de sobresalto inmediata, indicando que percibieron la imagen como una amenaza, lo que demuestra que el dispositivo es efectivo para simular un entorno realista.
Además, se verificó que las imágenes generadas por las gafas eran claras y de alto contraste, lo que permitió a los ratones percibirlas correctamente. También se observaron respuestas en el hipocampo de los ratones, lo que sugiere que estos estaban mapeando exitosamente su entorno virtual.
Las implicaciones de esta tecnología podrían ser vastas, ya que podría ayudar a estudiar cómo el cerebro procesa el movimiento y el entorno, lo cual es crucial en el estudio de trastornos neurológicos como el Alzheimer. Los investigadores planean seguir desarrollando las gafas, con la esperanza de que puedan adaptarse a roedores más grandes y agregar más estímulos sensoriales, como el gusto y el olfato, para mejorar aún más los experimentos.
Este avance podría proporcionar a los científicos una herramienta poderosa para estudiar los comportamientos complejos y las decisiones de los animales al integrar información sensorial y motivacional, lo que podría abrir nuevas avenidas en la investigación de trastornos del cerebro y la cognición.