Un reciente estudio realizado por la Facultad de Medicina de Harvard ha revelado que las muertes relacionadas con el frío en Estados Unidos han aumentado significativamente en las últimas dos décadas, superando en más del doble las tasas de finales de los años 90. Los hallazgos, publicados en JAMA, subrayan la necesidad de abordar este problema como una prioridad de salud pública, especialmente en el contexto de los cambios climáticos extremos.
Aumento alarmante en las tasas de mortalidad
Entre 1999 y 2022, se registraron más de 40,000 muertes relacionadas con el frío en EE.UU. Tras ajustar por edad, los investigadores encontraron que la tasa de mortalidad pasó de 0.44 muertes por cada 100,000 personas en 1999 a 0.92 en 2022, con un aumento particularmente notable entre 2017 y 2022.
Factores de riesgo asociados
Los investigadores identificaron varios factores que podrían estar contribuyendo a este incremento:
- Eventos climáticos extremos: El cambio climático ha intensificado las olas de frío y calor, aumentando los riesgos de exposición.
- Situación de vivienda inestable: El número creciente de personas sin hogar, especialmente aquellas expuestas al clima exterior durante las olas de frío, representa un grupo de alto riesgo.
- Aislamiento social: Factores como la falta de apoyo social pueden dificultar el acceso a recursos básicos como la calefacción adecuada.
Poblaciones vulnerables
El estudio destacó que ciertas regiones y grupos demográficos enfrentan mayores riesgos:
- Región del Medio Oeste: Esta área mostró las tasas más altas de mortalidad, atribuibles a sus inviernos severos.
- Grupos raciales y étnicos: Las tasas fueron mayores entre los estadounidenses nativos y negros.
- Adultos mayores: Las personas mayores de 75 años representaron un grupo especialmente afectado.
Un llamado a la acción
Rishi Wadhera, cardiólogo e investigador principal del estudio, enfatizó la importancia de reconocer las muertes relacionadas con el frío como un problema de salud pública urgente. Subrayó que las poblaciones vulnerables, como las personas mayores y aquellas sin acceso a calefacción adecuada, requieren atención prioritaria.
Conclusión
Aunque el enfoque en las muertes por calor extremo es esencial debido al calentamiento global, este estudio resalta la creciente amenaza del frío extremo, especialmente en un contexto de desigualdades sociales y climáticas. Combatir este problema exige medidas integrales, desde políticas que aborden la falta de vivienda hasta el fortalecimiento de la infraestructura para proteger a las poblaciones más vulnerables.