La danza ha demostrado ser una herramienta eficaz para aliviar los síntomas de depresión y ansiedad en pacientes con Parkinson, según un estudio reciente dirigido por la profesora Karolina Bearss de la Universidad de Algoma en Ontario, Canadá.
Parkinson y salud mental
La enfermedad de Parkinson, además de afectar las habilidades motoras, como los temblores y la lentitud de movimientos, impacta significativamente en el bienestar emocional y social de los pacientes. Hasta el 50% de ellos desarrollan depresión o ansiedad, según la Fundación Michael J. Fox para la Investigación del Parkinson.
Beneficios de la danza
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Mejoras emocionales:
- Los participantes del estudio experimentaron una disminución en los síntomas de depresión después de cada sesión de baile.
- Estas mejoras se intensificaron con el tiempo, alcanzando un cambio significativo en el estado de ánimo tras ocho meses de práctica regular.
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Cambios cerebrales observados:
- Escáneres cerebrales mostraron una reducción en la actividad de la circunvolución cingulada subcallosa (SCG), una región cerebral vinculada con la depresión.
- Esto sugiere que el SCG funcionaba de manera más equilibrada, en contraste con su hiperactividad característica en estados depresivos.
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Doble efecto terapéutico:
- La música activa los circuitos de recompensa del cerebro.
- El movimiento físico estimula los circuitos sensoriales y motores.
Perspectiva de los investigadores
El doctor Joseph DeSouza, coautor del estudio, aclaró que la danza no cura el Parkinson. Sin embargo, ayuda a mejorar la calidad de vida, no solo de los pacientes, sino también de sus cuidadores.
"Nuestro objetivo no es curar el Parkinson, sino promover una mejor calidad de vida", destacó DeSouza.
Conclusión
La danza, como terapia complementaria, puede ser una opción valiosa para abordar los aspectos emocionales y sociales del Parkinson. Este enfoque refuerza la importancia de integrar actividades físicas y recreativas en los planes de tratamiento para mejorar el bienestar general de los pacientes.