El Aston Villa de Unai Emery profundizó la crisis del Manchester City, que se mostró irreconocible en su visita a Birmingham. Con un ataque inofensivo (Foden y Haaland estuvieron desaparecidos), poca creatividad en el medio campo debido a la lesión de Rodri y la suplencia de De Bruyne, y una defensa frágil, el campeón inglés no logró contrarrestar el planteamiento táctico de Emery.
El equipo local aprovechó su estrategia defensiva y los contragolpes para sellar la victoria con goles de Durán y Rogers, uno en cada tiempo. Foden, en los minutos finales, apenas logró maquillar el marcador.
El City, plagado de cambios obligados por lesiones de jugadores clave como Ederson y Ruben Dias, intentó afrontar el encuentro con el regreso de Stones, Kovacic y Akanji, aunque dejó en el banquillo a De Bruyne y Walker. Sin embargo, esta revolución en el equipo no evitó que los dirigidos por Guardiola acumularan su doceavo partido con una sola victoria en los últimos compromisos.
El partido comenzó con sustos para los 'citizens': a los 17 segundos, una pérdida de Gvardiol dejó a Durán mano a mano con Ortega Moreno, quien respondió con una gran atajada. El Villa, con solo un 23% de posesión en el primer tiempo, fue efectivo y se adelantó al minuto 16 tras un contragolpe iniciado por el portero ‘Dibu’ Martínez, que terminó con un remate de Durán al fondo de la red.
Aunque el City intentó reaccionar y controlar el juego, su ataque careció de profundidad y claridad. En la segunda mitad, el Aston Villa mantuvo su peligrosidad al contragolpe y aumentó la ventaja al minuto 65 con un disparo cruzado de Rogers. El equipo visitante, incapaz de generar oportunidades claras, se diluyó ante el dominio táctico de los locales.
Guardiola intentó cambios, pero el City sigue lejos de su mejor versión y tendrá que trabajar para recuperar su identidad y competitividad.