Nora salió con lo poco que tenía: algunas maltas que logró recoger antes de ser llevada por los agentes a la comandancia de Seguridad Pública Municipal.
En un acto de valentía y desesperación, una mujer de 56 años pidió ayuda a sus vecinos y logró ser rescatada tras una semana de encierro forzado en la vivienda que compartía con su pareja sentimental.
Nora Eliza Campos Córdova vivió días de angustia en la casa ubicada en la calle Francisco Tabazin número 1628 de la colonia 288, donde había sido encerrada con llave y candado por su compañero debido a sus celos enfermizos.
El rescate ocurrió la tarde del viernes, luego de que Nora, agotando sus últimos recursos, pidió auxilio a sus vecinos. Fue gracias a sus gritos de ayuda que los habitantes de la zona alertaron a las autoridades municipales, quienes acudieron de inmediato al domicilio señalado.
Encierro. De acuerdo con el testimonio de la afectada, su pareja, con quien mantenía una relación de más de 28 años marcada por agresiones y control, decidió encerrarla antes de salir de la vivienda hace una semana. "Me dejó aquí encerrada con candado porque no soporta la idea de que yo pudiera salir o hablar con alguien más. Lo hizo porque es celoso", narró Nora a los oficiales que acudieron al lugar.
La mujer relató que este tipo de comportamiento no era nuevo, pero que en esta ocasión el encierro prolongado y la ausencia de su pareja la llevaron a temer por su vida.
Intervención policial. Al llegar al domicilio, los elementos de la Policía Municipal constataron que la puerta de la vivienda estaba cerrada con un candado exterior que impedía cualquier intento de salida. Tras explicarle la situación a Nora y obtener su consentimiento, los oficiales utilizaron una cizalla para romper el candado y liberarla.
Nora salió con lo poco que tenía: algunas maltas que logró recoger antes de ser llevada por los agentes a la comandancia de Seguridad Pública Municipal. Ahí, se le ofreció un espacio seguro mientras se realizaban las gestiones correspondientes para garantizar su bienestar.
Violencia. Nora confesó a las autoridades que durante casi tres décadas soportó un tormento constante en su relación, marcada por agresiones físicas, verbales y un control absoluto por parte de su pareja. “Nunca nos casamos, pero viví como si estuviera en una cárcel todo ese tiempo. No quiero regresar con él. Esta fue la última vez que me hace algo así”, afirmó con determinación.
Tras su liberación, fue canalizada al Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, donde se le brindará apoyo psicológico, legal y social. Las autoridades trabajan en la integración de la denuncia correspondiente para proceder en contra de su agresor.
