Los especialistas consultados también pronostican que el Banco de México será más cauteloso con los recortes a la tasa de interés.
Los recortes a la tasa de interés del Banco de México (Banxico) serán con mayor cautela, de acuerdo con la Encuesta Citi de Expectativas pues el consenso del mercado pronostica menos rebajas en 2025.
Hace un par de semanas, los analistas proyectaron que la tasa de interés terminará el próximo año en 8 por ciento, pero ahora ubican ese nivel en 8.5 por ciento.
Pronóstico. Para el cierre de este año, los especialistas encuestados por Citi esperan que la tasa de interés quedé en 10 por ciento, es decir, pronostican que mañana habrá un recorte de 25 puntos base.
El ajuste de las estimaciones va en línea con lo que prevé hacer la Reserva Federal que podría recortar su tasa de interés solo dos veces en 2025, de acuerdo con lo publicado este miércoles 18 de diciembre.
Sin embargo, instituciones como Intercam o Natixis no descartan un escenario en el que la tasa de interés del Banxico concluya en 2025 en 9 por ciento.
Inflación. Estos cambios se producen a la par de que se espera una mayor inflación en los próximos meses. Encuesta Citi prevé un peso mexicano más débil en 2025.
Uno de los factores que puede ejercer presión sobre los precios es el tipo de cambio.
De hecho, según la última encuesta se espera que el peso mexicano se deprecie hasta las 21 unidades al cierre de 2025, por encima de la expectativa previa de 20.50 unidades. Sobre el PIB los analistas consultados dejaron sin cambios su perspectiva del 2024 en 1.6 por ciento y para 2025 en 1.2 por ciento.
Con el pronóstico más optimista para el PIB del 2025 se ubica Signum Research, con 2.1 y el más bajo es de Banamex con 0.2 por ciento.
“La mediana de los encuestados de la inflación anual general para el cierre de 2025 se situó en 3.90 por ciento, en comparación con la encuesta anterior en 3.83 por ciento, mientras que la inflación subyacente se situó en 3.70 por ciento, sin cambios respecto a la encuesta anterior”, indicó Citi México. Los analistas señalan que las decisiones futuras dependerán de la evolución de indicadores clave, como el crecimiento económico, la inflación y los movimientos en la política monetaria de otros bancos centrales, particularmente la Reserva Federal de Estados Unidos.
La Reserva Federal se mantendrá atenta a los desarrollos en política comercial y sus posibles efectos.