La comunidad demanda que las autoridades tomen acciones concretas para frenar esta ola de robos.
A pesar del esfuerzo por parte de la Policía Municipal de Monclova para intensificar la vigilancia en la Zona Centro y el bulevar Harold R. Pape durante la temporada de diciembre, los delincuentes continúan haciendo de las suyas. Así quedó evidenciado tras una serie de atracos que sorprendieron a los ciudadanos y a los propios afectados.
Uno de los incidentes más recientes ocurrió en las instalaciones de Oficinas Modernas, donde los delincuentes, de manera meticulosa, lograron entrar al inmueble tras realizar un boquete en las paredes.
Una vez dentro, tuvieron tiempo suficiente para llevarse equipos de cómputo de alto valor, que fueron estimados en miles de pesos. Este robo, que dejó a los empleados y propietarios de la oficina desconcertados, fue solo el primero de una serie de atracos que se registraron en los últimos días.
El segundo de los incidentes sucedió en las instalaciones de la sección 147, también en el Centro de la ciudad. Los ladrones utilizaron el mismo modus operandi, ingresando al inmueble tras hacer un boquete en las paredes.
Al igual que en el caso de Oficinas Modernas, los delincuentes tuvieron el tiempo necesario para llevarse computadoras, documentos y otros bienes de valor, sin que se activara una alarma ni la policía llegara a tiempo para interceptarlos.
La mueblería Guillén, ubicada en el bulevar Harold R. Pape, también sufrió un robo similar. Los ladrones rompieron una de las paredes del establecimiento para acceder al interior, donde se apoderaron de dos celulares.
Las víctimas de estos robos, en su mayoría propietarios de comercios establecidos, se preguntan si la presencia policial está siendo efectiva o si hay alguna brecha en la estrategia de seguridad que permita a los delincuentes actuar sin ser confrontados.
La sensación de inseguridad se ha incrementado en los últimos días, y algunos empresarios locales se han visto obligados a tomar medidas adicionales, como instalar cámaras de seguridad y reforzar sus sistemas de alarma. Sin embargo, esto no parece ser suficiente para frenar los delitos, pues la rapidez con que los ladrones llevan a cabo sus atracos sigue siendo una constante.
A raíz de estos incidentes, algunos ciudadanos también han expresado su preocupación por la falta de patrullajes en las zonas afectadas, cuestionando si la policía está abarcando las áreas de mayor riesgo o si la saturación de patrullajes está limitando la presencia en otras zonas igualmente vulnerables.
Por su parte, la Policía Municipal ha asegurado que se mantendrán los operativos de vigilancia durante las festividades decembrinas, pero los afectados insisten en que se necesita una respuesta más efectiva y rápida. La comunidad demanda que las autoridades tomen acciones concretas para frenar esta ola de robos y devolverles la confianza en la seguridad pública.
Este tipo de delitos no solo afectan a los negocios, sino que también deterioran el bienestar y la tranquilidad de los ciudadanos. La desconfianza crece, y la sensación de inseguridad se hace más palpable en cada rincón de la ciudad. En un momento en que la economía local depende de las compras decembrinas, los monclovenses piden a gritos más vigilancia y menos impunidad, para evitar que la delincuencia siga ganando terreno y afectando la vida diaria de todos.