anhelo Su imaginación es muy grande y las aeronaves son un sueño para él,
por ello le pide con mucho cariño a Santa Claus, le cumpla su deseo.
A unque no puede ver sus alas ni el cielo, en su corazón y en su mente la aeronave cobra vida de una manera única, la imaginación de Santiago Rosas Salazar explota al millón y por tal motivo tiene un único anhelo: recibir un avión de control remoto en Navidad.
Sin embargo, a veces las posibilidades económicas de la familia vuelven un deseo difícil de cumplir.
Sueño. “Ya platiqué con Santa Claus y ya le tengo hecha una cartita” compartió Santiago de 12 años de edad quien fue diagnosticado con ceguera total desde los 5 meses de edad, pero con el cobijo y amor de su familia además de sus ganas de salir adelante estudiando en la escuela para invidentes, hoy es un niño que aprende a ser independiente y valerse por sí mismo, lo anterior sin que su toque de inocencia se pierda.
Ilusión. Santiago es un niño al que le encanta aprender, jugar como cualquier otro y a divertirse. Hace un par de años visitó el ejido 8 de enero en donde pudo sentir y subirse a una avioneta que se encontraba en exhibición, en ese momento su imaginación explotó al máximo y tener la oportunidad de explorar y sentir ese nuevo lugar le dejó una fascinación única que lo llevo a imaginar cómo subía a él y volaba en el aire como todo un piloto.
Santiago compartió que, aunque no puede ver aprovecha al máximo sus sentidos de tacto, oído, gusto y olfato, en aquella ocasión al subir a la avioneta sintió como si estuviera flotando y agregó que a veces ve todo oscuro, pero su mente se llena de colores que él imagina, convirtiéndose en un lugar excepcional donde salta, corre y se encarga de divertirse.
Santiago también expresó que, en cuanto un helicóptero o avioneta vuela encima de él en la ciudad, aprovecha para correr hacia afuera y tratar de escuchar de cerca el sonido del motor que lo deja lleno de gran emoción.
El pequeño señaló que, desea un avión a control remoto porque al oprimir los botones tiene oportunidad de tener un manejo del juguete, de lo contrario se vuelve complicado y difícil de adaptarse. “Me gustaría dibujar helicópteros con alas que se parezcan de verdad”, añadió.
También compartió que, en Navidad le gusta comer pavo y tamalitos, “a mí me gusta mucho que ese día cenamos rico con pavo o tamalitos y en la noche si Santa me trae un regalito lo abro y yo me pongo bien feliz hasta estoy pensando en dejarle unos dos paquetes de galletas para que se las coma si va y me deja algo”.
Vida diaria. En su rutina habitual asiste a la escuela de invidentes a la cual está inscrito desde que tenía 3 años de edad y en donde ha aprendido a escribir y a leer, aún no lo perfecciona, pero afirmó tiene muchas ganas y a diario intenta poner toda la atención a su profesor mientras utiliza una regleta para apoyarse en su progreso, también disfruta de utilizar cubos y material didáctico que le permiten sentir e imaginar nuevos objetos. La escuela ha sido más fácil desde que sus amigos Leonardo y Ronaldo con quienes sale a caminar a la hora del recreo por todo el patio del plantel.
Al llegar a su casa le encanta escuchar la radio o la televisión, en esta última adora utilizar el control remoto para manejar los canales que escucha con mucha atención, ayudándole a comprender cada historia. Y, por otro lado, escuchar música de Chabelo y Cri Cri el grillo cantor, es una de sus cosas preferidas. “Platicar con Alexa también me gusta, yo le pido una canción y ella me pone la que quiero, por eso me gusta mucho”, detalló. En ocasiones su mamá lo deja utilizar la bicicleta y sale al patio de su casa para dar algunas vueltas, misma que aprendió a usar y sin rueditas.
Alejandra Salazar madre del pequeño sostuvo que, su esposo y ella siempre buscan la manera de darle lo mejor a su amado hijo, pese a que en ocasiones es difícil de conseguir aún y con los dos empleos que ella cuenta, “siempre me voy a esforzar para que con poquito o mucho mijo este contento” indicó.
Mientras la noche de Navidad se acerca, Santi seguirá contando los días hasta que Santa Claus llegue a su árbol de Navidad para revisar si este año lo incluyó en su lista de niños con regalos.