Un estudio reciente destaca la importancia de las amistades cercanas para la salud mental y física de los adultos mayores. Según la Encuesta Nacional sobre el Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan, las personas con peor salud física o mental tienen el doble de probabilidades de no tener amigos cercanos.
El 90% de los adultos mayores afirmó tener al menos un amigo cercano, y el 75% señaló que son suficientes. Sin embargo, un 20% de quienes calificaron su salud mental como regular o mala, y un 18% con salud física similar, dijeron no tener amigos cercanos. Además, un 47% de quienes tienen una salud mental regular o mala indicaron que no tienen suficientes amistades cercanas.
Las amistades ofrecen beneficios significativos: el 79% recurre a sus amigos para apoyo emocional, el 50% recibe motivación para decisiones saludables como mejorar la dieta o hacer ejercicio, y el 35% fue alentado por un amigo a buscar atención médica. También, un 15% mencionó que un amigo los acompañó a citas médicas.
A pesar de su importancia, muchos adultos mayores enfrentan dificultades para mantener y crear nuevas amistades. Un 34% señaló que mantener relaciones es más difícil ahora que cuando eran más jóvenes, y un 42% indicó que es más complicado hacer nuevos amigos. Estas cifras son aún mayores entre quienes tienen una salud física o mental deteriorada.
El estudio encontró diferencias demográficas: los hombres reportan tener menos amigos cercanos que las mujeres, y las personas de 50 a 64 años tienen menos amistades que los mayores de 65. Además, un 46% mencionó tener un amigo cercano de una generación diferente.
La encuesta, realizada con 3,486 adultos mayores de 50 años, subraya la importancia de fomentar conexiones sociales para mejorar el bienestar de los adultos mayores, especialmente de aquellos con mayor riesgo de aislamiento. Estas relaciones no solo ofrecen apoyo emocional, sino que también influyen positivamente en la salud y las decisiones relacionadas con el autocuidado.