América está enfrentando la mayor epidemia de dengue de su historia, con más de 12,6 millones de casos registrados en lo que va del año, lo que representa casi tres veces más que en 2023. Esta situación ha provocado más de 21.000 casos graves y 7.700 muertes, concentrándose el 90% de los casos en Argentina, Brasil, Colombia y México, siendo Brasil el país con más muertes.
Impacto en los niños
El dengue representa un riesgo mayor para los niños. En Guatemala, el 70% de las muertes por esta enfermedad han ocurrido en menores de edad. Además, en Costa Rica, México y Paraguay, más de un tercio de los casos graves afectan a menores de 15 años.
Factores detrás de la propagación
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha identificado varios factores que contribuyen a la expansión del dengue:
- Eventos climáticos extremos: Las altas temperaturas y las lluvias intensas favorecen la proliferación del mosquito transmisor, el Aedes aegypti.
- Urbanización no planificada: La acumulación de agua y el mal manejo de residuos crean criaderos ideales para el mosquito.
- Cambio climático y deforestación: Estas condiciones han expandido el alcance geográfico del dengue y otros virus como el Oropouche, que también ha mostrado un aumento significativo.
Medidas de prevención y desafíos
A pesar de que países como Brasil, Argentina y Perú han introducido vacunas, la OPS señala que estas no detendrán la propagación del dengue a corto plazo. Honduras planea incorporar la vacuna en 2025, pero la vacuna actual no ofrece alivio inmediato durante un brote.
Refuerzo en los sistemas de salud
La OPS también subraya la importancia de fortalecer los sistemas de salud. La atención temprana y el monitoreo adecuado de los pacientes son clave para evitar muertes. Se instó a las naciones a prepararse para un alto impacto en sus sistemas de salud.
El ascenso del virus Oropouche
Paralelamente al dengue, el virus Oropouche también está en aumento. Con más de 11.600 casos en 12 países y territorios, esta enfermedad, transmitida por jejenes infectados, causa fiebre, dolor articular y meningitis aséptica en casos graves. Tradicionalmente concentrada en la región amazónica, ahora se está expandiendo a áreas no amazónicas debido al cambio climático y la deforestación.
Esta crisis sanitaria subraya la urgencia de una respuesta global coordinada y la importancia de la prevención, el fortalecimiento de la infraestructura sanitaria y el manejo adecuado del medio ambiente.