La Navidad, época de alegría y también de riesgos para la salud cardiovascular

La temporada navideña es un momento de celebración, pero también conlleva riesgos para la salud. Especialistas alertan sobre un aumento en las consultas médicas debido a complicaciones cardiacas durante finales de diciembre y principios de enero, principalmente por factores como los excesos alimenticios, el consumo de alcohol, el sedentarismo y el descontrol de enfermedades crónicas.

Durante las fiestas, muchas personas suelen comer y beber en exceso, olvidando hábitos saludables como hacer ejercicio o tomar sus medicamentos de forma adecuada. La doctora Gabriela Borrayo Sánchez, de la Facultad de Medicina de la UNAM, advierte que este comportamiento puede desencadenar problemas de salud como la hipertensión arterial, la diabetes y la hipercolesterolemia, aumentando el riesgo de sufrir infartos.

En México, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte, y en la temporada invernal, los casos aumentan debido al frío, que favorece el aumento de peso y reduce la actividad física. De hecho, la obesidad y otros factores de riesgo, como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes, son comunes en México, donde siete de cada 10 personas tienen sobrepeso u obesidad. Estos factores, combinados con los excesos decembrinos, han reducido la edad promedio de infarto en el país a 62 años, mucho menor que los 74 años en Europa. En algunos casos, incluso personas de 30 años pueden sufrir infartos.

Además, el alcohol y el tabaquismo actúan como factores gatillo. La doctora Borrayo explica que muchas veces, tras una fiesta o una comida pesada, las personas confunden los malestares con indigestión, cuando en realidad pueden estar experimentando un infarto.

La buena noticia es que el 80 % de las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir con hábitos saludables. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  1. Alimentación balanceada: Dividir el plato en tercios (proteínas, cereales, frutas y verduras) y evitar alimentos procesados, sal, azúcar, refrescos y alcohol en exceso.
  2. Ejercicio regular: 30 minutos diarios, cinco días a la semana, o 60 minutos si se busca perder peso.
  3. Sueño reparador: Dormir entre seis y ocho horas al día.
  4. Manejo del estrés: Actividades como yoga, natación o baile pueden ser de gran ayuda.

Adoptar estos hábitos puede ayudar a alcanzar metas específicas, como mantener un índice de masa corporal saludable (por debajo de 25), una presión arterial de 120/80 mmHg (o 130/80 mmHg si se tienen factores de riesgo), colesterol LDL por debajo de 100 mg/dL y niveles de glucosa en ayuno menores a 130 mg/dL.

En conclusión, la Navidad es un tiempo para disfrutar, pero también para ser conscientes de los riesgos para la salud. Cuidar nuestra salud es, sin duda, el mejor regalo que podemos darnos.

 
 

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